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Esquema de la
presentación.
El esquema de la
presentación en seis puntos será prácticamente el mismo en cada estructura,
a saber:
1. Uno o dos relatos, como ejemplo de determinados comportamientos tipo
correspondientes a la estructura de que se trate y extraídos de la vida
cotidiana. Todos los ejemplos son sencillos, pero concretos y muy
reveladores, pues dan una idea general de la estructura.
2. Experiencias de
vidas pasadas que están en el origen de esa estructura. En este sentido, hay
que señalar tres aspectos:
En primer lugar, recordemos que no es necesario creer en las vidas pasadas
para beneficiarse de la información que se dará. El objetivo de esta parte
no es probar nada a ese respecto. Los párrafos relativos a las vidas pasadas
pueden ser pasados por alto, simplemente, o tomados como hipótesis. Puede
uno decidir remontarse sólo hasta la infancia, lo que hoy en día está en
general aceptado, o elegir la perspectiva más amplia de la resonancia con un
pasado más lejano.
En segundo lugar, las fuentes que tengan un origen distinto del de la vida
actual, las presentaremos en general como provenientes de vidas pasadas
individuales vividas directamente por la persona. Eso facilitará la
presentación. Pero no olvidemos que podemos contemplar la cuestión desde una
perspectiva más amplia. Como hemos visto en el capítulo anterior, lo que
parecen ser historias de vidas pasadas pueden provenir asimismo de memorias
pertenecientes a los antepasados, o incluso al inconsciente colectivo, que
acentúa el contenido del inconsciente personal. En lo que concierne al
desalojo de las memorias activas, los dos aspectos, personal y colectivo,
pueden ser considerados indistintamente porque producen los mismos
mecanismos y se trabajan de la misma forma.
Los límites entre el inconsciente personal y el colectivo son difusos, y
dependen del grado de evolución de la persona. Al final de los tiempos,
cuando vivamos en la consciencia del Ser, ya no habrá historia personal.
Estaremos en un estado de unidad tal que toda la historia de la consciencia
de la humanidad será la nuestra. Pero, por ahora, todavía tenemos la
responsabilidad de trabajar sobre el instrumento de manifestación que es
nuestra personalidad, y resulta útil considerar las cosas desde un punto de
vista relativamente personal. (Cada uno ha de ocuparse, en primer lugar, de
la habitación que tiene alquilada, según la analogía propuesta en espacios
anteriores).
En tercer lugar, para saber si una estructura está o no activa en nuestra
personalidad no es necesario que conozcamos nuestras vidas pasadas. Porque,
si bien es cierto que las memorias creadas en un determinado momento están
ligadas a circunstancias externas, su impacto depende de la reacción que
haya tenido la personalidad ante esas circunstancias, es decir, depende del
grado de evolución de la persona, del dominio que tenga ya el alma sobre la
personalidad. Así que la historia pasada no es esencial. Trabajando el
aspecto energético, se pueden muy bien desalojar memorias activas sin entrar
en contacto de manera consciente con la causa que las originó.
Con independencia de su origen, es fácil reconocer la estructura. Basta
observar los comportamientos de la personalidad y qué es lo que la limita
concretamente en la vida cotidiana. La descripción de los comportamientos
característicos (punto 5) permitirá saber si una estructura es activa en una
persona, y en qué medida.
3. Experiencias de la vida presente (desde el instante de la concepción
hasta el momento actual):
En general, las condiciones de la infancia son específicas de cada
estructura. Su impacto depende menos de las condiciones en sí mismas que de
la carga emocional procedente de vidas pasadas con la cual va a entrar en
resonancia. También influyen más o menos según el grado de evolución de la
persona.
Por otro lado, no hay que olvidar que el alma es coherente con su intención.
Si hay que sanar memorias de carencia o de abandono, por ejemplo, es muy
probable que esas situaciones se presenten en los primeros años de la vida.
Es por eso por lo que cada estructura tiene unas condiciones de infancia
características.
4. Sistemas de defensa fundamentales de cada estructura
Los diversos tipos de experiencias no integradas (que serán descritos en
cada estructura en los puntos 2 y 3) dan lugar a la formación de un sistema
de defensa específico, que es el que origina los comportamientos
característicos de esa estructura en la vida cotidiana.
5. Comportamientos automáticos típicos de cada estructura en la vida
cotidiana (que permiten reconocer si la estructura está activa):
5.1. Actitud general
ante la vida
Cuando nuestra consciencia está aprisionada por una estructura concreta,
todas nuestras elecciones, preferencias, aversiones, decisiones, desde las
más insignificantes hasta las más importantes, estan dictadas por el sistema
de defensa y no por la realidad del momento. En general no nos damos cuenta,
pensamos «que somos así». Pero, cuando despierta la consciencia, empezamos a
preguntarnos por qué reaccionamos de esa manera, y si hay algún medio de
responder a la vida de forma distinta para crear mayor armonía a nuestro
alrededor y tener nosotros mismos mayor satisfacción.
5.2. Las relaciones
El conocimiento de las estructuras nos ayudará a comprender mejor nuestra
forma de actuar al relacionarnos con los demás, y contribuirá también a que
comprendamos mejor a los otros. Nos proporcionará un instrumento precioso
para armonizar nuestras relaciones.
5.3. La sexualidad
La actividad sexual es una parte importante de las relaciones. Cuando se
está atrapado en una determinada estructura, la sexualidad está automática y
fuertemente condicionada. En lugar de ser fuente de alegría y de libertad,
es el origen de muchas dificultades y sufrimientos.
5.4. El cuerpo físico:
• la forma del cuerpo
La forma que toma el cuerpo físico en una encarnación determinada está
influida por los sistemas de defensa. En efecto, la forma física se
construye sobre el molde del cuerpo etérico, el cual está directamente
vinculado con el cuerpo mental, depositario de las memorias. Es decir, que
el cuerpo etérico es el transmisor de las memorias, el intermediario entre
los cuerpos mental y físico.
Así que encontraremos un estilo de cuerpo típico de cada estructura, aunque
con matices más o menos importantes debido a la influencia de las otras
estructuras.
• la salud
Como cada sistema de defensa corresponde a un determinado bloqueo
energético, tenderá a crear enfermedades específicas.
• los automatismos de la indumentaria
Cuando una estructura está activa, condiciona todas nuestras elecciones,
desde las más importantes hasta las más insignificantes, al margen de toda
objetividad, incluso a veces al margen de toda inteligencia. Como ejemplo,
resulta interesante observar cómo elegimos nuestra ropa...
5.5. El aspecto energético
Cada estructura induce a un reparto específico de la energía en el interior
de la persona. Además, es interesante observar cómo manipulamos la energía
en nuestras interacciones con los demás. Lo hacemos de manera inconsciente,
por supuesto, pero no por ello menos activa, todo lo contrario.
5.6. La relación con el mundo material y con el dinero
Cada estructura tiene su manera característica de hacer frente al mundo
material. Cuando se hace un trabajo apropiado para desalojar las memorias
activas, desaparecen muchas de las dificultades que se tienen para controlar
esa realidad.
5.7. La relación con el poder
Es una de las dinámicas más destructivas y limitadoras. Observando cómo
utiliza el poder cada estructura no transformada, se descubre cómo sabotea
el ego el poder del alma y cómo manipula el de los demás. Se verá también
cómo puede ser utilizado en beneficio de todos una vez realizada la
transformación.
5.8. El trabajo
Se encuentran todas las estructuras en todas las profesiones, por supuesto.
Sin embargo, cuando el ser humano ha de decidirse por una profesión, la
estructura dominante tiene tendencia a orientarlo hacia una determinada
actividad, en función de su sistema de defensa. No ponemos en entredicho
ninguna profesión, que quede claro; cualquier oficio o profesión es útil en
nuestra sociedad. Pero tomar consciencia de esa dinámica puede ser muy
liberador en cuanto al trabajo que realizamos cada día y muy clarificador a
la hora de elegir una carrera.
5.9. El servicio
El servicio es una manifestación directa de la voluntad del alma. Cada
estructura tendrá su manera de bloquear esa voluntad o de inclinarla a su
favor.
5.10. Las trampas en la búsqueda espiritual
No por emprender un camino espiritual o una búsqueda interior se desembaraza
uno automáticamente de sus estructuras, ni mucho menos. Como en todo lo
demás, hay que estar alerta, pues el ego puede utilizar fácilmente la
búsqueda espiritual para potenciar sus propios sistemas de defensa.
El ego, en efecto, no está en absoluto interesado por una búsqueda
espiritual auténtica que le arrebataría todas sus prerrogativas. Como la
presencia del alma empuja pese a todo hacia esa búsqueda, el ego hará todo
cuanto le sea posible para desviar el proceso a su favor, si es que no llega
a bloquearlo sin más. Muchas personas, creyéndose muy «conectadas»
espiritualmente, no hacen en realidad más que alimentar de forma más o menos
sutil los mecanismos de su personalidad. Otras, en cambio, sin ninguna
pretensión espiritual, están mucho más cerca de la manifestación de su alma
y, por lo tanto, de una verdadera espiritualidad. El camino interior está
lleno de trampas, evidentes o sutiles, y veremos que cada estructura tiene
su manera de utilizar la búsqueda interior para sus propios fines. Aunque
uno sea sincero al principio, el ego no tarda en aparecer sacando todo el
arsenal de su sistema de defensa, con tanta mayor intensidad cuanto más
ardiente sea el deseo de la persona, empujada por su alma, de desembarazarse
de sus limitaciones. De hecho, el reconocimiento y el dominio de los
mecanismos del ego son cuestiones básicas en cualquier búsqueda espiritual.
Y por eso, el conocimiento de las estructuras puede ayudar a que la búsqueda
interior sea auténtica, más sincera y, por lo tanto, más eficaz, cualquiera
que sea la enseñanza, la vía o el método seguidos.
5.11. Tarea por realizar para la transformación de la estructura y algunas
sugerencias prácticas
Cada estructura tiene que realizar un trabajo específico, y hay que tomar
clara consciencia de ello. Es cierto que la liberación debe hacerse en las
memorias activas y en los bloqueos energéticos construidos en el pasado, por
lo que es necesario un trabajo específico sobre el inconsciente, incluyendo
las fuerzas del alma. Trataremos este tema en espacios siguientes.
Sin embargo, se podrán dar aquí ya algunas sugerencias prácticas, muy útiles
para la vida diaria, que permitan contrarrestar conscientemente los
mecanismos de la estructura. El hecho de tomar la posición de testigo frente
a las propias estructuras permite desarrollar la actividad cotidiana con
mayor armonía, mejorar las relaciones con los demás y resolver muchas
dificultades.
6. La estructura transformada
A medida que evoluciona la consciencia, los sistemas de defensa van
difuminándose, las cargas emocionales se desprenden y las estructuras se
flexibilizan. Dejan de ser limitadoras para pasar a expresar sabiduría,
conocimiento, amor, y todas las cualidades adquiridas en experiencias
pasadas. El ego acaba convirtiéndose en el medio de expresión de las
cualidades del alma, que era el objetivo por alcanzar. Así es como va
evolucionando el ser humano.
La evolución no tiene lugar de un modo lineal, mediante un aprendizaje
racional, sino más bien mediante un proceso de aproximaciones sucesivas. Una
experiencia traumática origina un sistema de defensa que, en aquel momento,
permite a la persona sobrevivir. Tiene una utilidad momentánea, pero no por
ello deja de ser un sistema rígido, limitador y generador de comportamientos
a menudo destructores. A través de las penas y de las alegrías; a través, en
general, de las experiencias de la vida, la personalidad va madurando y el
sistema de defensa se va flexibilizando. El aprendizaje realizado en la
escuela de la vida hace que vaya uno desprendiéndose de las cargas
emocionales, aprendizaje que puede acelerar conscientemente con ayuda de un
trabajo interior libremente elegido.
La persona que ha transformado su estructura se comporta de forma natural,
muy diferente, a veces incluso radicalmente opuesta, a la que tenía cuando
su comportamiento era consecuencia de mecanismos rígidos y automáticos. Es
cierto que, a la hora de desalojar las memorias activas y trabajar frente al
ego, es muy importante la presión de la voluntad, tanto en un trabajo de
interiorización específico como en los azares de la vida. Pero, una vez
alcanzada la liberación, la energía del alma se expresa con naturalidad, sin
esfuerzo, con toda sencillez y con todo su poder. Ya no necesita lecciones
de moral, ni enseñanzas, ni exhortaciones, ni estímulos, ni presión de la
voluntad. Por lo tanto, no se trata de aniquilar las estructuras del
carácter, sino, sencillamente, de reconocerlas y de transformarlas.
7. Resumen de las características de la estructura
Una somera exposición resumirá los principales puntos desarrollados.
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