¿De dónde provienen
las memorias? Presentación.
Al describir el
funcionamiento del ordenador (la mente inferior consciente e inconsciente) y
hablar de él como de un «depósito de memorias», hemos mencionado de manera
general las experiencias de vidas anteriores o experiencias «pasadas», que
son las que han dado lugar a la construcción del ego, es decir, las que han
permitido traer la consciencia al mundo físico. Pero también hemos visto
que, a consecuencia de algunas experiencias no integradas, la mente inferior
se ha ido cargando de residuos molestos, es decir, se ha autoprogramado,
limitando así la expresión directa del Ser. ¿En qué consisten exactamente
esas experiencias pasadas? ¿De dónde provienen las memorias?
Los ejemplos que
hemos dado hasta ahora se remontaban a la infancia. Es fácil suponer que,
durante la vida presente, hemos acumulado muchas experiencias que han
quedado registradas en el inconsciente. Pero, cuando se trabaja con mayor
profundidad, no queda más remedio que admitir que existe en el inconsciente
un material que parece extraño a la vida actual, que existen otras fuentes
de memorias. Para realizar un proceso de transformación real y duradero,
hemos de ampliar nuestro concepto del «pasado».
En primer lugar,
según el modelo presentado con anterioridad, las memorias (libres y activas)
de las que está cargado el inconsciente podrían provenir del conjunto de
experiencias que el alma ha hecho vivir a su instrumento en el curso de su
evolución. En esta perspectiva, examinaremos las memorias construidas
1. durante la vida
presente (empezando en la vida intrauterina, pasando por el nacimiento y
la infancia, y llegando hasta ayer);
2. durante las
«vidas pasadas», o lo que vamos a llamar así.
Además, tras muchos años de trabajo con numerosas personas, las
observaciones nos llevan a considerar que el inconsciente esta cargado con
factores de otros dos tipos, es decir, procedentes de:
3. la estirpe de
los antepasados: parece que el alma también busca material en los
antepasados que ha escogido para la experiencia de una personalidad en una
vida concreta;
4. el inconsciente
colectivo: el ser humano, aunque se haya individualizado, en esencia no
está separado de los demás, y eso también condiciona el contenido de sus
memorias.
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