|
Aceptación dinámica y
desprendimiento:
No estar atado y aceptar no significa inacción
Al contrario, la aceptación dinámica aumenta el poder de acción y de
creación, y potencia su eficacia.
Esto por varias razones:
A. Una motivación clara y firme.
Cuando se está atrapado en la mente inferior, no hay otra motivación que la
de querer satisfacer, consciente o inconscientemente, los deseos personales
procedentes de viejas memorias. El que se encuentra en ese estado de
consciencia sólo actúa cuando tiene deseos; si no los tiene, permanece
amorfo e inactivo. La “aceptación” de lo que es, es decir, no estar atado a
los deseos automáticos, desactiva el mecanismo del deseo y sus motivaciones.
Podría uno temer entonces que, al no tener deseos, tampoco iba a tener
motivaciones. Pero en realidad es todo lo contrario.
La intención y voluntad del alma reemplaza a los deseos de la
personalidad cuando éstos se han transcendido.
En efecto, cuando se ha trascendido el mecanismo de los deseos, éste ha sido
sustituido por el contacto, la unión con el alma y su intención y voluntad.
Pues bien, el alma no quiere en modo alguno permanecer inactiva. Al
contrario, su voluntad es actuar cada vez más en el mundo; para eso ha
construido su instrumento. De modo que el alma no envía deseos reforzados
con expectativas (el alma no espera nada, no necesita nada para Ser), sino
una motivación, una intención clara y firme para realizar su propósito. Un
propósito muy fácil de definir: lograr la felicidad y la plena realización
de toda la humanidad. Ésa es la intención que nos guía cuando es la mente
superior la que dirige nuestra vida y no los deseos automáticos personales
con su cortejo de dificultades. La motivación del alma es muy fuerte; además
es muy estable y recibe energía constantemente. Por contra, las motivaciones
del ego, estimulan en el momento pero agotan después y llevan a la decepción
y al desánimo, mientras que la intención del alma crea una motivación alegre
y constante, empuja a la acción, potencia la creatividad y una intensa
actividad. Siendo su intención crear un mundo de paz y de amor, ¡tenemos
mucho trabajo por delante!
B. Energía
En el estado de aceptación de la mente superior, toda la energía creadora
del cuerpo mental y toda la energía del deseo del cuerpo emocional están
disponibles para actuar. No se dilapida energía resistiendo. Se está en
armonía con el flujo de la vida. De modo que el funcionamiento flexible y
sin expectativas, es decir, sin resistencia, de la mente superior permite
acceder a un depósito de energía casi infinito. Lo que refuerza la capacidad
de acción.
C. Percepción justa
La percepción de la realidad a partir de la mente superior es mucho más
objetiva que la de la mente inferior, porque no hay interferencias causadas
por las memorias activas o programación mental. Lo que significa que las
decisiones, elecciones, acciones, etc., todo el modo de proceder guiado por
esa parte de la mente se adapta mucho mejor a la realidad tal como es y, por
lo tanto, es mucho más eficaz.
D. Flexibilidad y gran capacidad de adaptación
No estar atado significa también no estarlo a los propios puntos de vista, y
garantiza la apertura de espíritu. Se es capaz de poner en tela de juicio en
cualquier momento la propia acción, modificándola para mejorarla en función
de la realidad, si es necesario. De modo que se tiene una gran flexibilidad
ante los cambios y una inteligente capacidad de adaptación, que contrasta
con la rigidez de la mente inferior, que se aferra a sus sistemas como una
lapa. Esa actitud proporciona una gran eficacia a la acción.
E. Creatividad
Cuando se deja uno guiar por la mente superior, como la consciencia no
revive los registros del pasado sino que está en contacto con la potencia
del alma, se tiene acceso a una gran capacidad creadora que abre caminos
nuevos y originales. Así pues, la creatividad también se ve reforzada por la
mente superior.
F. Intuición
La creatividad se ve potenciada también por la intuición procedente del
conocimiento del alma, que impulsa a crear y a actuar de forma apropiada.
Así que la acción es siempre adecuada, eficaz y constructiva.
G. Estabilidad, habilidad, equilibrio
El control emocional que surge en el ser humano por el desprendimiento
proporciona gran estabilidad y equilibrio, y lleva a actuar de forma
coherente y continuada, con lo que la acción es verdaderamente eficaz.
Todos esos aspectos, consecuencia de la aceptación dinámica y del
desprendimiento, no sólo no nos alejan de la acción, sino que nos hacen
muchísimo más activos, eficaces y creadores.
|
|