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La Carbonería
No está bien documentado el origen de la Carbonería, se data su constitución
en torno al año 1814 en Italia, probablemente por masones franceses
disidentes, enfrentados a Napoleón.
Sus orígenes masónicos no ofrecen muchas dudas, sus ritos, su iniciación y
su simbología de antiguos leñadores, son, con ligeras variantes, muy
similares a los utilizados por la Francmasonería, no es por tanto de
extrañar que haya sido conocida la Carbonería como la "Masonería Forestal" o
masonería de la madera en contraposición a la masonería tradicional de la
piedra, conociéndose bastantes casos de personas que militaban en ambas
hermandades.
Lo que sí diferenciaba notablemente a Carbonería de Masonería era la
finalidades de ambas, la Carbonería desde su orígenes, nació con vocación
beligerante y combativa, enfrentada al poder absolutista y contra el invasor
austriaco, su desarrollo posterior propicio la lucha revolucionaría de todo
tipo, siendo germen de generaciones de anarquistas, comunistas y
nacionalistas revolucionarios, en América Latina fueron los carbonarios
quienes agitaron violentamente la bandera de la independencia de la
metrópoli, siendo los masones quienes encauzaron esa agitación a modos más
"civilizados" de convivencia.
Esta
impronta de continua agitación social permanente ha calado en el devenir
histórico de muchas sublevaciones revolucionarias, enfrentadas en todo
momento con o sin motivos objetivos, a los poderes civiles y religiosos.
Su finalidad era como se lee en algunos de sus documentos: La subversión
total que comenzará por destruir la Santa Alianza, destronar a todos los
Borbones y arruinar la burguesía poseedora; destruir el orden social
actualmente preponderante, por todos los medios y lo más rápidamente
posible.
La carbonería se extendió pro toda Europa e Hispanoamérica con gran
profusión, destacando por su importancia, además de Italia, en Polonia,
Alemania, Francia y España:
En Italia se puede afirmar sin mido a equivocarnos, que la unidad del país
es su gran obra. Mazzini, Garibaldi, Pellico son algunos de los insignes
carbonarios de este periodo histórico.
Hoy día, quizás ignorándolo, muchos movimientos revolucionarios de finales
del siglo XX han seguido miméticamente esa doctrina revolucionaria nacida en
las "barracas" carbonarias y como "buenos primos" se han juramentado en la
ley del secreto, la agitación permanente y la obediencia ciega
revolucionaria. |
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