Calidad de vida
Un
problema que se plantea frecuentemente en la sociedad actual es el de la calidad
de vida. Anteriormente los intereses se habían dirigido más a intentar alcanzar
el confort y el progreso material, pero en esta lucha el ser humano comenzó a
darse cuenta que muchos sacrificios no tenían sentido, ya que precisamente veía
deteriorarse su calidad de vida.
La
calidad de vida incluye muchos factores interrelacionados entre sí, el confort,
las disponibilidades materiales, el tiempo de trabajo, el de ocio, el tiempo
para dedicar a nuestros familiares, hijos y amigos, el disfrute de la
naturaleza, de la cultura, de asistencia sanitaria, etc. Hay personas que
generan recursos económicos importantes, pero que carecen de tiempo para
disfrutar de los beneficios que les podría producir la buena utilización de
dichos recursos, y no tienen tiempo para dedicar a otras personas o para
realizar actividades o hobbies verdaderamente satisfactorios.
Decimos
entonces que estas personas tienen una escasa calidad de vida, a pesar de que
puedan tener unos ingresos altos y vivir en pleno confort material.
Por
tanto, la calidad de vida surge como un punto de equilibrio en una ecuación que
mide el tiempo y esfuerzo que dedicamos a una actividad en proporción con los
beneficios que vamos a poder obtener mediante el ejercicio de la misma.
Cualquier exceso en lo que se refiere a alguno de los factores enunciados
anteriormente lleva a un desequilibrio que deteriorará antes o después nuestra
calidad de vida por falta de medios económicos, exceso de trabajo, estrés, falta
o exceso de tiempo libre, difícil acceso a la naturaleza, pérdida excesiva de
tiempo causada por el transporte, etc.
Conseguir
una calidad adecuada de vida implica una cierta capacidad para organizarse y
valorar fríamente lo que realmente deseamos; lo que nos resulta imprescindible y
las cosas que realmente no necesitamos para nada; y, calculando nuestras
posibilidades actuales y las previsibles para el futuro, sacarles el máximo
partido con realismo, hasta encontrar el punto de equilibrio ideal.