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SABER PEDIR PERDÓN
La
relación se encontrará en una condición especialmente grave cuando uno de
los miembros de la pareja, o los dos, se hayan cansado de recibir
agresiones, por muy sutiles que sean, que se intentan arreglar luego con un
simple perdón.
Pedir
perdón suele ser consecuencia de la reflexión que se hace ante la
posibilidad de que la propia actuación haya causado un daño, consciente o
inconscientemente, a una persona, y de comprender que es difícil encontrar
algo que justifique nuestro obrar y el dolor provocado a otro.
De
manera que, una vez que se comprende que uno ha realizado una conducta que
ha provocado un daño, lo que correspondería sería explicarle a la pareja
cómo uno cree que se le ha hecho daño, cómo la propia actuación ha
contribuido a ello. Si se puede proporcionar alguna explicación que excluya
el "ha sido por tu culpa" la pareja lo agradecerá. Y, lo más importante,
expresar el propósito de la enmienda, es decir, qué se va a hacer para que
eso no vuelva a ocurrir.
Si no
se pide perdón de esta manera, es probable que se vaya perdiendo la
credibilidad, y la conclusión lógica es la pérdida de confianza, que
necesitará, para recuperarse, de hechos y de tiempo. |
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