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CUÁNDO SEGUIR ADELANTE CON UNA RELACIÓN, O CUÁNDO TERMINARLA
La
gran duda que suele asaltar en muchos momentos es cuándo seguir adelante con
una relación o cuándo terminarla. Ciertamente, hemos puesto un especial
énfasis en las habilidades de comunicación y de negociación, es decir, de
hablar todo lo que haga falta para ir consiguiendo objetivos y metas
satisfactorios y comunes, pero no es menos cierto que a veces se da a las
palabras más crédito que el que realmente tienen o deberían tener. En muchas
ocasiones, ante los conflictos, éstos suelen resolverse con grandes promesas
de cambios, aunque no se especifican cuáles; promesas de amor eterno e
inmensurable que, a la larga, consiste solamente en palabras vacías de
contenido real, de soluciones eficaces, y de capacidad para asumir y
responsabilizarse de lo comprometido. Así pues, la mejor forma de poder
tomar una decisión será analizar las situaciones de la manera más
descriptiva posible, con datos objetivos, y basándose principalmente en
hechos, en vez de en palabras.
No
importa lo que una persona diga, si no lo hace. La mejor manera de saber lo
que una persona piensa o siente, en este caso por su pareja, es analizar
cómo se comporta con ella.
Por
otro lado, si una relación está empezando a ser fuente de sufrimiento e
infelicidad, quizá no sea necesario encontrar una explicación o una causa de
peso suficiente para que se decida al respecto. Cuando a uno hay algo que no
le sienta bien, que le está produciendo dolor, es mejor cesar su
administración, pues el desgaste es demasiado costoso. Nuestro cuerpo nos
habla. Cuando hay insatisfacción e infelicidad, no es necesario culpar al
otro. Si no podemos solucionar la fuente que causa el daño, lo mejor es
apartarnos de ella. |
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