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LAS CRISIS DE LA MEDIANA EDAD
Las
crisis de la mediana edad, alrededor de los 40-50 años, suelen ser también
frecuentes. Puede ocurrirle a uno o a ambos miembros de la pareja. Se trata
de una edad en la que se suele hacer balance de lo que uno ha hecho en la
vida, y en ocasiones no resulta agradable lo que se ve desde esa
perspectiva.
En las generaciones actuales, que no en las más jóvenes, para los hombres de
esta edad suele vivirse como un gran fracaso el no haber alcanzado los
objetivos profesionales —que incluyen aspectos laborales, económicos y
sociales— que se habían propuesto. A veces este fracaso no se ve compensado
ni siquiera por una pareja duradera y estable, o una familia sin problemas.
El malestar es tan profundo que puede llevar, si no se pone freno, a
situaciones verdaderamente irracionales, como gritos, voces y malhumor a
destiempo, que poco contribuyen a que mejore la situación laboral, y
terminan con el reducto de equilibrio familiar.
Las
mujeres de esta generación suelen vivir como un fracaso lo relacionado con
su vida afectiva, o los problemas que puedan tener con los hijos. En ambos
casos, la situación externa suele ir acompañada de pensamientos e
interpretaciones irracionales que suponen un distanciamiento excesivo de la
realidad, de manera que impiden una valoración objetiva de los aspectos
positivos que uno ha logrado o disfruta en su vida, que podrían muy bien
contrarrestar o equilibrar la situación de crisis. Una pequeña parada
serviría para rediseñar o reorientar la propia vida, y dejar atrás el
fantasma del derrotismo o el dolor. |
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