LA AMISTAD
La
amistad es un tipo de unión afectiva que se basa en la comunicación, el apoyo
mutuo, la comprensión, el cariño y la absoluta armonía entre dos personas. El
psicólogo Cari Rogers considera que una amistad sana tiene que tener cuatro
características:
1. La
autenticidad, es decir, tiene que expresar claramente el modo de sentir sin
máscaras ni reservas.
2. La
cordialidad, que consiste en una aceptación y consideración incondicionales, sin
pretender que los demás hagan lo que uno quiere.
3. La
empatía que es la capacidad para comprender lo que la otra persona siente. A
veces es preciso escuchar intensamente lo que dice, y otras se percibe sin
necesidad de palabras.
4. La
disposición de apertura hacia el otro, de compartir de puertas para afuera. Las
personas que más se abren suelen tener más amigos.
Con el
amigo se puede ser totalmente sincero, abrirse por completo sin temor y sin
reservas, en él se deposita la confianza y se espera por otra parte,
comprensión. Debemos estar dispuestos a dar sin reservas todo aquello que se
espera de nosotros mismos. En la amistad hay dos sentimientos fundamentales que
son la confianza y el cariño.
El
significado de la amistad y el tener amigos es algo que se instaura en la
infancia y estas primeras adquisiciones influyen en su desarrollo posterior.
Hasta el jardín de infancia el niño no cuenta con los otros a excepción de su
familia; a partir de aquí se inicia su socialización entablando lazos afectivos
fuera del hogar. Descubre a los otros y sus valores, aprende a compartir, a
confiar y a querer a personas nuevas y de su misma edad. Hay un doble vínculo de
forma que la personalidad del niño influye en el desarrollo de sus amistades y
éstas lo hacen sobre su personalidad. Es fundamental el aprendizaje que se hace
a partir de los padres, de sus amigos y la relación que tengan con ellos,
incluso los conceptos que a sus hijos les transmitan. Es más fácil que un niño
tenga amigos en su familia donde se valoran y potencian estos lazos de amistad.
La
amistad, como la relación de pareja, es una relación íntima de dar y recibir.
Responde a unas necesidades inmediatas, como son la necesidad de seguridad, de
aprobación de los otros y el rechazo de la soledad, aportando gratificaciones
como la compañía y el sentirse comprendido y querido. Al «tener un amigo»
debemos sentir certeza completa de que podemos contar con él, y a su vez de que
él puede contar con nosotros. Aparte de la relación afectiva en sí, la amistad
es siempre una forma de enriquecimiento personal, del cariño del amigo se
aprende, pero también de sus experiencias, de sus conocimientos y de sus
vivencias.