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AGRICULTURA
ECOLÓGICA, BIOLÓGICA U ORGÁNICA
Se
puede denominar indistintamente agricultura ecológica, biológica u orgánica.
Así como alimentos ecológicos, biológicos y orgánicos.
La agricultura ecológica es la forma de cultivar y cuidar la tierra y de
criar el ganado de una manera respetuosa con la Naturaleza, sin utilizar
productos químicos tóxicos (abonos químicos, pesticidas, herbicidas, etc.);
sin semillas modificadas genéticamente (los llamados transgénicos u OGM);
sin forzar los ciclos de fertilidad ni de alimentación de los animales. Su
finalidad es obtener, para todos, alimentos sanos, en su punto de madurez,
con todo el sabor, aroma, textura, así como con la vitalidad y todas las
ventajas de los alimentos saludables.
¿Qué control se ejerce sobre la agricultura ecológica o biológica?
La producción agrícola y ganadera ecológica está regulada por una normativa
europea (Reglamento CE 2092/91) que establece unas normas de producción,
etiquetado y cómo se deben controlar estos productos desde la finca al
consumidor.
El control lo pueden realizar entidades públicas o bien entidades privadas
reconocidas como tales en cada Estado miembro de la Comunidad.
¿Cómo podemos reconocer un alimento ecológico?
Todos los productos envasados obtenidos de acuerdo a la normativa de
producción agraria ecológica llevan indicado en su etiqueta: “Agricultura
ecológica” (en castellano o en cualquiera de las lenguas de la Unión
Europea) y un logotipo o sello que indica la autoridad o el organismo de
control que certifica que eso es así. Si el producto se ha elaborado o
envasado en la Unión Europea puede llevar el logotipo europeo de Agricultura
Ecológica o Biológica.
Si el producto es fresco y no está envasado (frutas, verduras) debemos
asegurarnos de que el productor esté inscrito en un organismo de control y
tenga un certificado de agricultura ecológica y un control de su producción.
¿Por qué consumir alimentos ecológicos?
• Porque son sanos y seguros para el organismo y poseen todos los nutrientes
y vitaminas propios del alimento. Proceden de la agricultura ecológica, que
al no usar productos químicos tóxicos ayuda a proteger nuestra salud y la de
los agricultores y cuida del entorno.
• Porque sus ingredientes vegetales o animales no han sido manipulados
genéticamente. La agricultura ecológica tiene en cuenta el saber agrícola
tradicional y a la vez está al día en conocimientos y técnicas de vanguardia
para seguir mejorando en todos los aspectos, pero sin alejarse de la Vida ni
de la Naturaleza, y está controlada con una estricta normativa de calidad.
• Porque proceden de una agricultura que no solo conserva sino que
incrementa la biodiversidad al fomentar la plantación de setos y arbolado;
al suprimir los productos químicos que afectan a la fauna; al diversificar
cultivos, y al conservar las semillas autóctonas. La agricultura ecológica
supone también un compromiso por parte del agricultor y ganadero para cuidar
las tierras, las zonas arboladas y el agua, de posibilitar que los animales
puedan desarrollar su comportamiento innato y se encuentren en todo momento
en condiciones de confort, al respetar sus ciclos y necesidades.
• Porque proceden de una agricultura que promueve el trabajo y la vida en el
campo preservando una cultura propia y contribuye a la satisfacción, salud y
cultura de los que viven en la ciudad. A la vez que se mantiene la
diversidad de los paisajes con su belleza y armonía, contribuye a crear
empleo al necesitar más mano de obra y a reducir los excedentes agrarios con
un fomento de la calidad en vez de la cantidad.
• Porque al tomar alimentos ecológicos contribuimos a un consumo
responsable. Un consumidor de productos ecológicos sabe que la agricultura
ecológica contribuye a un desarrollo rural; a un mejor aprovechamiento de
los recursos y a un freno de la erosión y de los incendios; a una
pervivencia de las profesiones que cuidan del campo que luego disfrutamos
todos y a unos precios justos para el agricultor.
•Comprar alimentos procedentes de la agricultura y ganadería ecológica, es
apoyar que los agricultores puedan hacer con gusto su trabajo, cuidando el
aspecto económico y social de nuestros pueblos.
• Porque la agricultura ecológica nos ayuda a recuperar los sabores y aromas
casi perdidos, una alimentación agradable, una cultura gastronómica con
alimentos que conocemos y nos agradan por su aroma, su sabor.

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