LA VERDAD. REFLEXIONES
Si reflexionas sobre este breve texto, si
permites que estas pocas palabras te vayan enriqueciendo con su profundo
significado, de la misma manera que el agua vivifica a un árbol, tu
esencia transmutará.
Aquel que repite lo que lee o lo que oye no
encontrará la Verdad. La repetición es una mentira. La Verdad es un
estado del ser que surge cuando la mente ha llegado a su fin, cuando sus
actividades cesan porque se ejerce una completa atención.
La mente que hace esfuerzos, que se
disciplina con el fin de lograr un objetivo, esa mente no puede conocer
la Verdad, porque el objetivo es su propia proyección, y el hecho de
perseguir esa proyección, por noble que sea, es una forma de culto a sí
misma. Sólo conoceremos la Verdad cuando comprendamos el proceso total
de la mente, es decir cuando no luchemos, cuando vivamos sin conflicto.
La Verdad está donde uno se encuentra. La
Verdad es un hecho, y el hecho sólo puede comprenderse cuando lo que ha
sido puesto entre la mente y el hecho es comprendido y, por la fuerza de
la misma comprensión, eliminado.
El hecho es la relación. Mientras poseamos
y seamos poseídos no podremos conocer el amor. Tampoco lo conoceremos
mientras nos encontremos reprimiendo, sustituyendo, mientras seamos
ambiciosos. A no ser que nuestra egocéntrica mente deje de buscar
seguridad, poder y placer, no podremos conocer ni el amor ni la Verdad