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Vainamoinen y el
talismán.
El propósito de la propia vida.
Vainamoinen, el héroe de la gran epopeya finlandesa, el
kalevala, es una figura semimágica y semihumana, pero capaz de sufrir como
cualquier mortal. Veremos aquí un intento de fabricar un talismán para
conquistar a la mujer deseada. Al final, no es la mujer, sino el propio
talismán el que se revela más importante. Tanto los errores de vainamoinen
como su valor nos muestran que, aunque podamos creer que deseamos una cosa,
en el fondo estamos buscando otra.
***
Ainamoinen, hijo de la Virgen del Aire, deseaba casarse con
una mujer de los lapones, pero ella se arrojó al mar antes de aceptar ser su
esposa. Desolado y triste, el héroe dejó su hogar y anduvo errante durante
algún tiempo. Después decidió buscar esposa entre las mujeres del pueblo de
una tierra lejana.
Louhi, la protectora de la tierra, prometió a Vainamoinen la
mano de su propia hija, una doncella de belleza sin par, si era capaz de
forjar un sampo, un talismán que pudiera traer prosperidad eterna a la
tierra.
Impulsado por la recompensa prometida de una bella y joven
esposa, Vainamoinen se puso a hacer el talismán. Pero pronto se aburrió de
todos los planes, preparativos y esfuerzos, de modo que le pidió a su amigo,
el herrero Ilmarinen, que hiciera el sampo en su lugar. Y así lo hizo
Ilmarinen. Pero la hija de Louhi, al ver el objeto mágico y el gran arte e
ingenio de su creador, decidió que prefería al herrero. De ese modo,
Vainamoinen fue, una vez más, rechazado y se quedó sin esposa.
Pero el matrimonio de su amigo terminó pronto en desastre,
pues la esposa de Ilmarinen, que tenía que haber sido la de Vainamoinen, fue
devorada por los osos. El herrero pidió entonces a la segunda hija en
matrimonio y se llevó en su lugar a la joven a la fuerza después de que esta
lo rechazara. Pero en cuanto se descuidó, ella logró huir y se dio a otro
hombre. Humillado y avergonzado, Ilmarinen le contó a su amigo Vainamoinen
la prosperidad que su sampo le había proporcionado a la tierra, y le
manifestó que aquel lo debía de haber hecho para sí y su pueblo, en lugar de
sumir a su amigo en semejante infelicidad.
Sintiéndose irritado y avergonzado, Vainamoinen urdió un plan
para robar el sampo, que ahora se hallaba escondido en una isla secreta.
Vainamoinen navegó rumbo a la isla, pero el barco se cruzó con un pez enorme
que casi lo hizo zozobrar. Logró matar al pez y, de sus huesos, Vainamoinen
hizo un maravilloso instrumento musical de cinco cuerdas, que tenía poderes
mágicos. Con este instrumento, Vainamoinen fue adormeciendo a los guardianes
del sampo, hasta que quedaron totalmente dormidos. Entonces aprovechó para
robar el talismán y partir de inmediato. Pero los guardianes despertaron
demasiado pronto, y Ixmhi, la protectora de la tierra, levantó una horrible
tempestad, en el curso de la cual las olas se llevaron el instrumento mágico
de Vainamoinen y el sampo se hizo pedazos.
Vainamoinen únicamente pudo rescatar algunos fragmentos
diseminados sobre el agua. Sin embargo, incluso estos pocos fragmentos
fueron suficiente para asegurarse, tras regresar a casa nuevamente, un
razonable grado de prosperidad para su propia tierra y para su pueblo.
Aunque la encolerizada Louhi desató una serie de calamidades contra el
pueblo de Vainamoinen, e incluso encerró al sol y a la luna en una caverna,
Vainamoinen triunfó y la tierra quedó en paz.
COMENTARIO
Este extraño relato, lleno de hechos mágicos, nos presenta
algunos de los dilemas típicos de la juventud. ¿Qué es lo que estamos
buscando en la vida, y qué es lo que creemos que nos va a hacer felices?
Para la mayor parte de los jóvenes, así como para Vainamoinen, encontrar la
pareja adecuada es, para comenzar, el motivo principal, y parece como si
todos nuestros problemas se fueran a resolver y fuéramos a encontrar otro
lugar en el sol si tan sólo pudiéramos descubrir nuestro amor perfecto.
Vainamoinen se ve rechazado por su primer amor. Después
decide dejar su tierra natal y se decide a tomar esposa entre las
extranjeras. Hasta ahora, el significado, para nuestro héroe, como para
muchos otros, se encarna en una cara hermosa y en la promesa de delicias
sensuales. De ese mismo modo somos impulsados por lo que creemos que es
nuestro destino, cuando lo que en realidad nos impulsa son nuestros sueños
frustrados y la necesidad de la propia gratificación emocional y física.
Vainamoinen no conoce ni ama verdaderamente a la mujer a la
que Louhi, la madre de esta, le promete. Pero ella es atractiva, y su
familia es importante. Le piden que haga un talismán; tarea que, por poseer
poderes mágicos, él puede realizar con facilidad. No obstante, no queriendo
molestarse en cumplir con esta tarea, se la traspasa a su amigo. En
consecuencia, la hija de Louhi se enamora del fabricante del talismán y
Vainamoinen es rechazado nuevamente.
Estos tropiezos emocionales característicos, que experimentan
tantas personas en la primera parte de su vida, se presentan en el Kalevala
muchas veces, de forma significativa y con mucho sentido. Vainamoinen es
joven, centrado en sí mismo e irresponsable, y le suelen abofetear, de modo
no metafórico, sino literal. Si desea encontrar un significado y un
propósito en su vida, y convertirse en el verdadero héroe que está destinado
a ser, deberá tener unos objetivos más apropiados que los de conseguir la
esposa «correcta», y deberá hacer algo más que esperar que su amigo le dé
las respuestas.
Es este amigo, el amargado herrero Ilmarinen, quien propone a
Vainamoinen una meta más importante: robar el talismán (que, después de
todo, fue diseñado por el héroe) y traerlo a casa para crear prosperidad en
su propia tierra. Vainamoinen ha empezado a darse cuenta de que pertenece a
un mundo más amplio y que, además de él, hay personas que son importantes
como, por ejemplo, su propio pueblo. Ilmarinen es, a cierto nivel, el lado
oscuro del héroe; su amargura de juventud, su desagrado al ver sus deseos
malogrados y comprender que los grandes sueños e ideales terminan quedando,
en el mejor de los casos, comprometidos, y en el peor, hechos añicos.
En un nivel más profundo, el triste matrimonio y la pérdida
de Ilmarinen nos recuerdan que cuando creamos algo sólo con el fin de
obtener amor y aprobación, nuestras creaciones pueden terminar sin darnos
ninguna satisfacción y pueden ser utilizadas por otros deforma tan egoísta
como las hemos utilizado nosotros.
Una vez que Vainamoinen decide robar el sampo (el Kalevala
nunca nos dice exactamente lo que es), las cosas comienzan a irle
repentinamente bien. El enorme pez que mata y que, a su vez era mágico,
proporciona la sustancia para un instrumento mágico que puede aletargar a
sus enemigos hasta hacer que se queden dormidos. Esta es una imagen mítica
extraña, que sugiere que, si podemos atrapar las oportunidades tal y como se
presentan (incluso en
situaciones aparentemente desafortunadas y peligrosas), y
creamos algo generoso, personal y apropiado a partir de esas oportunidades,
podemos progresar un poco más en nuestra búsqueda de significado y
propósito.
La venganza de Lohui es predecible; incluso un héroe mágico
no puede esperar que todo le salga como espera, y la terrible tormenta que
casi destruye la embarcación destruye también el talismán. Si Vainamoinen no
fuera nada menos que un héroe, al llegar a este punto sin duda que se habría
dado por vencido y hubiese regresado sumido en la depresión y en la
desesperación. Pero el héroe es héroe porque él (y potencialmente cada uno
de nosotros) no se rinde.
Vainamoinen rastrea las olas buscando los fragmentos del
sampo y se las arregla para rescatar los suficientes como para llevar una
razonable (aunque no una total o perfecta) prosperidad a su pueblo. En
consecuencia, los ideales del héroe llegan a un compromiso, aunque su
efectividad no llegue a ser completa.
Sin embargo, ha encontrado un significado más profundo y
verdadero que el que originalmente le hizo abandonar el hogar. No es en la
novia extranjera donde Vainamoinen encuentra, finalmente, el significado.
Es en la espiritualidad, en ser consciente de lo que debe
hacer y realizarlo, que aparece el significado de su vida. De la misma
forma, cada joven puede hallar un sentido de propósito y de destino
internos, un sentido de la propia vida incluso en medio de decepciones
emocionales, de desilusión y de sueños aparentemente rotos.
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