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TIPOS DE ACTIVIDAD
FÍSICA
En
función de la intensidad (medida como gasto metabólico, liberación de
energía o ajustes cardiovasculares) de la actividad física, se puede
clasificar ésta en dos grandes grupos:
a) La actividad física de baja intensidad (pasear, andar, actividades
cotidianas del tipo de faenas domésticas, comprar, actividades laborales,
actividades al aire libre, etc.) se caracteriza por ser poco vigorosa y
mantenida. Por ello, tiene algunos efectos sobre el sistema neuromuscular
(incrementos en la fuerza muscular, flexibilidad y movilidad articular) pero
muy pocos efectos cardiorrespiratorios. El valor de la misma en los
programas será, pues, el de preparación, tanto física como psicológica, para
programas de ejercicio más intenso en ancianos muy debilitados o
sedentarios.
b) La actividad física de alta intensidad que, a su vez, puede ser
subdividida, teniendo en cuenta las formas en que el músculo transforma y
obtiene la energía necesaria para su realización, la duración del ejercicio
y la velocidad en la recuperación, en dos tipos: anaeróbica y aeróbica.
La actividad física de tipo anaeróbico es aquella en la que la energía se
extrae de forma anaeróbica, enzimática, sin oxígeno. Son ejercicios que
exigen que el organismo responda al máximo de su capacidad (la máxima fuerza
y velocidad posibles) hasta extenuarse. Los más populares son correr al
sprint (60 m, 100 m, etc.), levantar pesas pesadas, tensar dinamómetro, etc.
La duración es breve (segundos). Sus efectos principales tienen lugar sobre
la fuerza y tamaño muscular. Sus consecuencias inmediatas son una alta
producción de ácido láctico como consecuencia del metabolismo anaeróbico y,
por ello, la rápida aparición de cansancio, aunque con recuperación rápida
(minutos). El ejercicio de tipo anaeróbico no es recomendable para los
programas con personas de edad avanzada.
La actividad física de tipo aeróbico es aquella en la que la energía se
obtiene por vía aeróbica, por oxidación o combustión, utilizando el oxígeno.
Son ejercicios que movilizan, rítmicamente y por tiempo mantenido, los
grandes grupos musculares. Los más populares son la marcha rápida, correr,
montar en bicicleta, nadar, bailar, etc. Sus efectos principales son de
fortalecimiento físico (especialmente por mejoras en los sistemas
cardiovascular, respiratorio, neuromuscular y metabólico) y el aumento de la
capacidad aeróbica (cantidad máxima de oxígeno que un sujeto puede absorber,
transportar y utilizar). La duración es larga (minutos u horas), la fatiga
demorada y la recuperación lenta (horas o días).
La actividad física aeróbica es la más saludable y, por ello, el tipo de
ejercicio físico más utilizado en Medicina y Psicología de la Salud, y sobre
el que nos orientamos, pertenece a esta modalidad. |
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