Carta número XIII.
La carta de la muerte es una de las más temidas del tarot debido a que
generalmente sólo se interpreta una parte de su significado. La carta nos
enseña a la muerte con una guadaña segando un campo lleno de cadáveres. Las
palabras claves son/transmutación, transformación, renovación.
La mayoría de nosotros nos asustamos ante la idea de
nuestra muerte, pero eso es sólo una faceta de esta carta que por supuesto
también puede estar dirigida hacia nuestra muerte física. Pero eso no es
todo lo que hades nos quiere enseñar, pues lo material es una parte más de
nosotros mismos, pero no el todo, ni mucho menos. También hay muerte cuando
dejamos atrás una etapa de nuestra vida. De hecho, una parte de nosotros
está muriendo continuamente, para que otra parte pueda nacer, por lo tanto
la palabra muerte no tiene ninguna connotación negativa, sino todo lo
contrario. Qué sería del ser humano sin su afán positivo de evolucionar, de
mejorar día a día, de enterrar todo lo que es superfluo e interesado,
egoísta y malsano.
La
muerte es esa carta que hace que en nuestra vida existan continuas
renovaciones, que se transformen nuestros pensamientos antiguos por los
nuevos que hemos aprendido. Es quien nos ayuda a dejar atrás el pasado, que
deje de cobrar importancia para poder concentrarnos y centrarnos en el
presente y dirigirnos de forma entusiasta al futuro.
Es
como si nos quitara un peso de encima. En la carta de la muerte siempre nos
encontramos con un importante sacrificio de una parte de nosotros mismos,
una parte que mucre para poder volver a comenzar el camino interior, pero
esta vez con másTabiduria. Seria un poco como nuestro rito iniciático.
nuestra purificación.
Todo forma parte de un ciclo: nace - crece - muere - nace - crece.... ciclo
que por lo tanto también podemos llevar a nuestro trabajo interno.
EJERCICIO:
Este ejercicio debe ser una visualización con
mucha profundidad, por ello necesitamos estar tremendamente relajados y a
ser posible con la mente totalmente en blanco, y abiertos a lo que vayamos
viendo.
Bien, una vez conseguido ese estado de relajación,
visualizaremos nuestro lugar ideal de descanso, puede ser real o imaginario,
un paisaje que nos atraiga en el cual nos sintamos como en casa. Estaremos
un rato en ese lugar respirando aire puro, recargándonos con la energía del
sol. Se trata de que te cargues de energía en ese lugar para emprender un
camino.
Una vez que te sientas lleno de energía positiva
deberás visualizar un camino por el que comenzarás a andar. Poco a poco
debes imaginarte que vas viendo aparecer una cueva que se adentra hacia unas
profundidades. Cuando estés delante de la cueva comienza a andar por ella
hasta encontrarte en el otro lado.
A partir de ahí se
trata de que avances por ese lugar únicamente tuyo, que vayas observando
todo con minuciosidad y visualices si es posible que te encuentras con
alguien al que le harás las preguntas que desees, por ejemplo puedes
preguntar cuales son los obstáculos que en estos momentos no te dejan
avanzar en tu camino interior o te lo están poniendo difícil, o cómo
deberías actuar para evolucionar o dar un paso más.
Cuando
consideres que ya has terminado, regresa tranquilamente a tu lugar de
descanso, y tras unos minutos para volverte a recargar de energía, apúntalo
todo en tu libreta. Reflexiona sobre el lugar en el que te encontrabas,
quién era tu "contacto", qué te dijo, ¿te dio algo?. Ten en cuenta que este
ejercicio va orientado a conocer cual es el estado de tu muerte, es decir
¿qué hay en ti que debería morir y porqué no lo está haciendo?, o por el
contrario descubrir que todo marcha perfectamente y a su tiempo.