EL LOCO.
Carta número 0.
Esta carta habla de un joven aventurero que lleva en su brazo un petate. Se
encuentra ante un precipicio con total tranquilidad, se siente libre. Mira
el alba con intensidad imaginando qué nuevas aventuras surgirán. Un perro le
acompaña indicando que no está sólo. Ha salido de una cueva en busca de un
camino que va a empezar a recorrer. Un camino que le hará persona. Este
muchacho marcha sin prejuicios de ningún tipo, abierto a todo lo que venga.
La palabra clave de la carta es instinto puro.
Aplicando la carta a nuestra vida, representa ese momento en que algo nos
empuja a lanzarnos al vacío, a romper la monotonía que rodea nuestras vidas
e ir en busca de aventuras.
Muchas personas son infelices o sienten que a su vida les falta algo debido
a que este impulso resulta muy difícil de seguir pues no responde a ningún
plan prefijado en el que tengamos claro todo el camino. No, no vamos sobre
seguro en el loco. Por ello nuestra “razón” suele inclinarse por decirnos
que es una locura, que podríamos perderlo todo inútilmente,... ¿Cómo podemos
pensar que seguir este impulso nos va a traer desgracias si nunca lo hemos
seguido? ¿Cómo podemos pensar que seguir este impulso nos va a traer
desgracias porque cuando lo hemos hecho así ha sido? Pero comentamos para
este último supuesto, acaso en esa desgracia la vida no nos enseñó nada, no
tenemos un nuevo conocimiento que nos pondrá sobre aviso para nuevos
acontecimientos del mismo orden, ¿realmente ese dolor no ha valido para
algo?
Querido
amigo, nuestro ser es muy sabio y sabe lo que hace a pesar de que la
incertidumbre nos rodee. Por ello cuando sintamos que algo nos empuja
irremediablemente a cambiar de casa, buscar otro trabajo aunque este bien
retribuido el actual, dejar la carrera para estudiar otra cosa, casarnos,
tener un hijo... animémonos a seguirlo y dejemos fluir ese aliento divino.
Porque si nos dedicamos una y otra vez a negar su existencia, lo único que
conseguimos es aplastar nuestra juventud interior y nuestra creatividad que
hacen de nuestra vida un todo lleno de alegrías y tristezas que nos enseñan
quienes somos nosotros.
Ejercicios:
1º) Intenta sentir la carta del loco en una parte de tu cuerpo y deja que
hable por si misma. Estate atento a como se siente, a lo que te dice; puede
ser una imagen, un sonido, ganas de hacer algo,...
Después reflexiona sobre el ejercicio. También sería muy bueno que lo
apuntaras en una libreta. Por ejemplo, si te produce dolor, no podría ser
que tu loco está sufriendo porque cada vez que surge tratas de olvidarlo o
no le prestas atención. O si por el contrario te viene la imagen de ti mismo
en un agradable campo caminando por una ladera, podría significar que tu
loco es feliz porque le dejas fluir,... Nadie mejor que tu puede saber lo
que significa este ejercicio para ti. Analízalo durante una semana y apunta
tus reflexiones en la libreta, pero recuerda que si realmente deseas
conocerte y mejorarte tendrás que ser totalmente sincero contigo mismo y
aceptar los errores que vayas observando en ti, sólo a través de ese camino
lograrás tu objetivo.
2º) En este nuevo ejercicio se trata de que dejes fluir a través de tu
cuerpo una postura que exprese el loco que llevas dentro.
Puede ser tirado en el suelo, una postura fetal, un llanto, con las manos
levantadas,...
Presta mucha atención a lo que sientes, a la información que recibes de esa
postura y apúntalo en tu libreta cuando termines. Después una vez más,
analiza lo que has hecho. Por ejemplo, si es una postura fetal sientes que
estás a la defensiva o que por el contrario estás en paz; si sientes que
necesitas llorar es de alegría o de amargura, ¿por qué? Etc.
Reflexiona sobre tus sentimientos y sensaciones. Luego siempre llega el
conocimiento.
|