Carta número XI
La carta nos habla de una mujer que en una mano sostiene la espada de la
justicia y en la otra la balanza que le ayuda a sopesar las cosas para
llegar a un juicio imparcial. La palabra clave es Yo Soy y
Objetividad.
Somos el centro a través del cual suceden las cosas. Esto
es fundamental que lo entiendas. Este es un punto en que es necesario
comprender que todos nosotros poseemos un único ser. Ese ser es perfecto
solo que nuestro ego nos ha borrado toda identidad o manifestación
consciente del mismo. Para sacar a flote nuestro ser o nuestro “Yo Soy”, es
la finalidad de este curso, así como especialmente la de esta carta.
Nuestro ser no es intenciones, deseos, emociones;
simplemente ES. Para manifestarlo es fundamental el equilibrio, y no sólo el
equilibrio exterior, sino fundamentalmente el equilibrio interior. El ser
humano en general se aliena con todo lo que le ocurre. Pierde la atención de
sí mismo y la traslada a todos sus problemas, amistades, acontecimientos...
Esto
es lo que le hace ser infeliz la mayoría de la veces; porque se deja
arrastrar por una corriente que como decíamos en la rueda de la fortuna,
unas veces nos deja arriba y otras abajo. Somos como un recipiente relleno
con nuestro ser. Ese recipiente puede romperse, cambiar de color, de forma,
pero lo de dentro no se modifica, sigue siendo lo mismo, pura sabiduría de
amor.
Pase lo que te pase tu ser nunca te abandonará porque es
la parte más importante de ti, eres tú. Por ello, sin consiguiéramos estar
en todo momento con la atención en nuestro “Yo Soy” nuestra vida será
armónica, comprenderíamos a la perfección porqué nos sucede lo que nos
sucede, y como consecuencia seríamos mucho más felices. Obviamente hay que
reconocer que resulta especialmente difícil en esta sociedad estar ni tan
siquiera cinco simples minutos en nuestro “Yo Soy”.
Pero hay que intentarlo con perseverancia ya desde este
momento, eso si, sin agobios ni presiones. Por supuesto no se trata de
grandes meditaciones, ni apartarse de la vida. Simplemente recuerda la idea
principal: se trata de que vivas la vida con plenitud mientras tu fuera
interno se halla en equilibrio, en paz, con confianza... Y este sólo
entenderá con la práctica.
Ni que decir tiene que por tanto todas aquellas
decisiones, actuaciones, realizadas desde nuestro centro “Yo Soy” siempre
serán acertadas.
EJERCICIOS:
a) Este es un pequeño ejercicio para no olvidarte
nunca de ti mismo. Está orientado a atraer la atención sobre ti mismo
tantas veces como puedas o quieras. Es muy bueno para esos momentos en
los que estamos enfrascados totalmente con alguna cosa, trabajo,
ejercicio. Bien, se trata que de vez en cuando, y especialmente en esos
momentos de los que te hablamos, que te pares un segundo a contestarte
las siguientes preguntas: ¿Quién soy? ¿Dónde estoy? ¿Qué estoy haciendo?
Puede que te parezca que contestarte a estas simples
preguntas sea una tontería. Pero recuerda siempre que la verdad se alcanza
de la manera más sencilla que existe.
Por ejemplo: estás caminando a la parada del bus, pero a
la vez vas pensando en qué vas a hacer cuando llegues a casa. Entonces te
haces las tres preguntas “mágicas”. ¿Quién soy? Soy X, ¿Dónde estoy? Estoy
en la calle, ¿Qué estoy haciendo? Estoy caminando hacia la parada del bus y
pensando qué voy a hacer cuando llegue a casa. Aunque te parezca increíble.
Estas tres simples preguntas te ayudarán a centrar la atención en ti en todo
momento.
b) Pero ahí no acaba el trabajo. El primer
ejercicio es muy bueno para centrar la atención en ti mismo, pero
también te hará falta ir acostumbrándote a atraer a tu conciencia tu
ser. Así que para ello puedes hacer lo siguiente. Cuando tengas ganas y
en el lugar que te apetezca durante el tiempo que te sea posible
pronuncia la palabra “Yo Soy” a la vez que intentas centrar tu atención
en ti mismo, en tu cuerpo, en tu fuerza, en tu confianza.
Es muy probable que las primeras veces no sientas nada
aunque también podría ser todo lo contrario. Pero si estás en el primer caso
no te desanimes, porque seguro que lo conseguirás. Tu sigue perseverante y
verás como en poco tiempo logras sentir una paz y equilibrio interno que
poco a poco irán transformando tu punto de vista sobre la vida. Es posible
que incluso en tus comienzos sólo puedas sentir tu “Yo Soy” durante un
segundo, pero una vez más te decimos que no te preocupes en absoluto por
ello. Confía en ti, saca tu fuerza y deja que tu ser te guíen en este
camino. Él sabrá en todo momento lo que debe hacer y cómo debe hacer, sólo
déjale hacer su trabajo. No intentes forzar las cosas, todo a su debido
tiempo.