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El significado de la Vida. Introducción
La lucha por conocer el significado de la vida, de la propia vida, es
diferente para el joven que para el viejo. En la flor de la juventud
pretendemos conocer de quiénes somos y qué somos, y buscamos un sentido a
nuestra vida, un propósito y un destino personal.
El significado puede buscarse en lo que adoramos en el mundo, en el amor o
en cualquier cosa que nos aporte alegría. Sin embargo, el significado suele
surgir de las experiencias que revelan dimensiones de la vida que no
sabíamos que existieran, y no a partir de la persecución consciente de una
comprensión más profunda de la vida.
El significado, para los jóvenes, es a menudo el resultado de un encuentro
con la experiencia, y no la meta de una búsqueda consciente. Más tarde,
somos más conscientes de la totalidad de la que formamos parte y de la
continuidad de las generaciones en la que participamos sólo por un breve
espacio de tiempo.
El propósito de la vida, para los mayores, puede estar en explorar
voluntariamente los misterios profundos de la vida y ese sentido de unidad
que genera compasión, desprendimiento y la consciencia de las realidades
espirituales. Para las personas evolucionadas el sentido de la vida, más
allá de desear experimentar placer, seguridad u obtener poder, es ser
consciente y obrar apropiadamente en las circunstancias que encuentra en su
vida.
Normalmente se persigue como una meta consciente conocer el significado de
la vida cuando las atracciones del mundo exterior se desvanecen. Y el
significado para la juventud es, a menudo, un asunto muy egocéntrico. Quizás
sea así como debe ser, una vaga pero resplandeciente luz que aporta a su
vida magia, pasión, ímpetu y dirección.
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