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EL PROYECTO MK
ULTRA
El 28 de noviembre de 1953, un decepcionado y deprimido Dr. Frank Olson se
arrojó de un décimo piso en un hotel de New York. Olson era desde hacía
mucho tiempo un científico de la Chemical Corps Special Operations
División -División de operaciones especiales del cuerpo químico, del
Ejército estadounidense-, sus problemas comenzaron en la reunión que tuvo
lugar nueve días antes.
Esta
reunión era organizada por Sidnet Gottlieb, jefe del Technical Services
Staff, de la CIA, sin saberlo los demás asistentes a la reunión, Gottlieb
llevaba consigo una cantidad de LSD y deseaba probarla con ellos. En un
momento dado, vertió LSD en la bebida de Olson y se sentó a esperar los
resultados. Olson tenía una personalidad muy sociable y era amante de las
bromas, pero pronto comenzó a sufrir unos desagradables efectos
colaterales. Ben Wilson, otro de los asistentes, luego recordaría que
Olson estaba psicótico. Gottlieb y su jefe, el director de Central
Intellingence, Allen Dules, iniciaron un ocultamiento de los sucesos que
ocasionaron la muerte de Olson, ese ocultamiento duró veinte años.
En
riesgo estaba el super secreto proyecto de la CIA, el MK-ULTRA, el cual
había crecido desde un programa anterior conocido como BLUEBIRD.
Originalmente BLUEBIRD fue concebido para contrarestar los avances
soviéticos en tecnologías de lavado cerebral. Las intenciones de la CIA
tenían otros objetivos. Un primer objetivo fue estudiar métodos para, a
través de los cuales, el control del individuo en cuestión fuera
alcanzado. Esta experimentación se basó en la narco-hipnosis, o la
combinación de drogas y una cuidada programación hipnótica.
Siempre evolucionando, el proyecto BLUEBIRD, fue luego conocido como
ARTICHOKE y transformado en un programa ofensivo de control mental que
aunaba las divisiones de inteligencia del Ejército, la Marina, la Fuerza
Aérea y el FBI.
El fin del proyecto
fue delineado en un memorando de enero de 1952, que ominosamente
preguntaba “¿Podemos tomar control de un individuo, al punto donde éste
hará nuestra voluntad, contra la suya propia, y aún contra las propias
leyes fundamentales de la naturaleza y la autoconservación?
Se formó un equipo
de trabajo en la CIA que pudiera viajar, al momento de ser notificados, a
cualquier lugar del mundo. Su tarea era testear nuevas técnicas de
interrogación, y asegurarse que las víctimas no recuerden nada de ese
interrogatorio. Toda clase de narcóticos, desde marihuana a LSD, heroína y
pentatol -también llamada la droga de la verdad- eran regularmente usados,
eso sin contar, con las que sus equipos de investigación les abastecían.
A pesar de los
pobres resultados iniciales, los programas de control mental de la CIA
afloraron. El 13 de abril de 1953, el super secreto MK-ULTRA fue creado.
Su fin era mucho más amplio que todos los proyectos anteriores, y sólo
tenían acceso los mandos más altos de la CIA. El MK-ULTRA era considerado
como un paraguas para OTROS 149 SUB-PROYECTOS. Muchos de estos tenían que
ver con el testeo ilegal de drogas, otros mientras tanto, tenían que ver
con la electrónica. Uno en particular exploraba la posibilidad de activar
un organismo a control remoto. Una esfuerzo en común era lograr una
técnica de lavado de cerebro para convertir individuos en mensajeros y
espías sin que ellos lo supieran -también podrían convertirse en un
futuro, en terroristas que acometieran acciones que les supusieran
beneficios, algunos de ellos inconfesables, como pudieran ser, atentados
en su propio país para crear una atmósfera de pánico que supusiera la
restricción de todas las libertades fundamentales- ¿les suena esto a algo?
Desde siempre la CIA estuvo impedida por el Congreso de tener poder de
policía o de seguridad, sólo estaba autorizada a hacerlo fuera de los
EE.UU. Pero desde su mismo comienzo, el MK-ULTRA quebró esta prohibición
congresional y comenzó a testear sobre impávidos ciudadanos
noerteamericanos.
Quizás por esta
razón, nunca se sabrá a ciencia cierta hasta que nivel llegó la ilegalidad
del MK-ULTRA, ya que Richard Helms, director de la CIA y mentor del
proyecto, ordenó la destrucción de toda la documentación existente, esto
fue en 1973, cuando Helms terminó su mandato. Por suerte muchos documentos
sobrevivieron a causa de un mal archivado y vieron la luz al final de los
años 70.
Un proyecto,
llevado a cabo por Harris Isabel, director del Servicio del Hospital
Público de Kentucky, fue el responsable de un aparente cese en las
operaciones del MK-ULTRA. Consistía en aplicar grandes dosis de LSD,
mescalina, marihuana, escopolamina y otras a unos internos de raza negra.
A cambio de participar les inyectaba morfina, hasta tres veces al día.
Cuando esto llegó al senado, en 1975, Isabel dio a entender que no había
contradicciones al proveer estas drogas duras a unos adictos. Considerado
esto una violación pública, la CIA anunció el cese de todas sus
operaciones de control mental.
Víctor Marchetti,
un veterano de la CIA, revelaría la falsedad del anuncio. Dijo que el cese
de las operaciones no era más que una cubierta, apoyada por declaraciones
de la CIA sobre la falta de resultados favorables. Miles Copeland, otro
veterano, afirmaría que el Congreso sólo tuvo un leve vistazo sobre las
operaciones secretas que se llevaban a cabo. Otra fuente dentro de la
comunidad de inteligencia dice que los esfuerzos de la CIA posteriormente
se centraron en la psicoelectrónica, ya que la narcohipnosis ya había dado
todo lo que era posible, el futuro era la combinación de ambas técnicas,
la sumisión total.
El Dr. José
Delgado, un neurofísico de la Universidad de Yale estaba particularmente
interesado en la estimulación electrónica del cerebro. Descubrió que
mediante el implante -¿implante, nos suena?- de una sonda en el cerebro
era posible ganar enorme poder sobre el control de una persona. Esta sonda
operaba por ondas de radio de FM y podía inducir un sinnúmero de emociones
humanas.
El Dr. Delgado
anunció que sus hallazgos demostraban la desagradable conclusión de que el
movimiento, emociones y conducta pueden ser dirigidos por fuerzas
eléctricas.
El próximo paso fue
la miniaturización de dichas sondas, para pasar posteriormente a las
microondas. Ubicando un voluntario dentro de un campo electromagnético y
usando ondas de radio específicas, era posible modificar las ondas
cerebrales. Esto fue el descubrimiento del Dr. Ross Adey, de la
Universidad de California.
El Dr. Joseph
Sharp, del Instituto de Investigaciones del Ejército logró transmitir
palabras a través de microondas. Ubicado dentro de un flujo
electromagnético, Sharp podía entender claramente palabras transmitidas a
él por un compañero. Otros adelantos continuaron hasta 1974, cuando el Dr.
Scapitz, científico con fondos del Departamento de Defensa tuvo una gran
idea. Él buscaría cambinar los estudios del Mk-ULTRA con las nuevas
tecnologías de microondas. En un desliz el Dr. Scapitz declaró que “Se
proyectará la palabra del hipnotista, mediante la energía modulada
electromagnética, a las zonas subconscientes del cerebro del individuo”
Aclaró también que
esto sería posible sin la necesidad de emplear receptores o transmisores
de mensajes.
Por primera vez,
los agentes tenían la posibilidad y habilidad para penetrar la mente de un
individuo, incluso sin manipulación previa y sin que éste lo notara. Desde
entonces poca cosa o nada de información ha sido revelada. Actualmente
existe la evidencia que estas tecnologías están ocultas dentro de las
iniciativas del Nuevo Orden Mundial y su gobierno oculto. En un anuncio de
1995 se divulgó que las armas de NLD serían transferidas al area de
aplicación de la ley. Esta operación conjunta conocida como Operations
other than war, abre la puerta para la milicia en el terreno civil. El
objetivo propuesto sería el mayor control del narcotráfico, actividades
criminales y terrorismo. ¿Les suena?
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