El comienzo de la vida.
Llegados a este punto, solo recordar que el comienzo de una nueva vida "el
regreso" lo volveremos a hacer todos, y para recordar todo lo que eso
conlleva, sería bueno recordar lo siguiente:
Y una mujer que
estrechaba una criatura contra su seno dijo:
Háblanos de los
hijos. Y él dijo:
Vuestros hijos no son
vuestros hijos. Son los hijos y las hijas de anhelo de la vida misma por
perpetuarse.
Llegan por medio de
vosotros, pero no de vosotros, y, aunque están con vosotros, no os
pertenecen.
Les podéis dar
vuestro amor, pero no vuestros pensamientos, porque ellos tienen los suyos.
Podéis acoger sus
cuerpos, pero no sus almas, porque sus almas moran en la casa del mañana,
que no podéis visitar ni siquiera en sueños.
Podéis esforzaros por
ser como ellos, pero no tratéis de hacerlos como vosotros.
Porque la vida no
retrocede, ni se detiene en el ayer.
Sois el arco por el
cual vuestros hijos son disparados, como flechas vivientes.
El arquero ve la
diana en el camino del infinito, y con su fuerza os doblega para que
vuestras flechas vayan raudas y lejanas.
Dejad que vuestra
tensión en las manos del Arquero sea una alegría; pues de igual manera Él
ama la flecha que vuela, como ama también el arco que se tensa.
Khalil Gibran.
El profeta.
Me hubiera gustado
extraer, de este viaje al más allá, una conclusión de la que se desprendiera
claramente lo que está probado y lo que no lo está.
Desgraciadamente, en
el conocimiento de este problema esencial, las pruebas de revelan en
definitiva como interrogaciones mejor formuladas.
En todos sus niveles,
macrofísico y microsófico, la vida es una organización de átomos, de
moléculas, de células. Esta organización, que va de lo más sencillo a lo más
complejo, sólo se mantiene por la necesidad de un dinamismo. No existe
materia inerte. Los elementos atómicos están sometidos a fuerzas, a
movimientos, a atracciones y repulsiones, etc., en resumen a una ENERGÍA
INCESANTE.
Y como todo es
relativo y no hay verdades absolutas, voy a hacer mía la frase de Dalí:
"Doy rodeos por la
ciencia para alcanzar el dogma..."
TENER BIEN ABIERTOS
LOS OJOS QUE INSPIRAN, ELLOS OS LLEVARAN A "VUESTRA" VERDAD.

Los
viajes del profeta Mahoma a los siete cielos, tal como los presenta una
pintura persa de principios del siglo XVI. La idea de que la otra vida es un
proceso continuo que comporta la ascensión del alma a través de varios
estadios de iluminación es una creencia común a varias religiones.
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