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Lo que va de magia a ocultismo.
Pero estamos
hablando de Magia, y todos nosotros hemos oído también al respecto otras
palabras: Ocultismo, Ciencias Ocultas... ¿Acaso no significan lo mismo?
Existe, evidentemente, entre todas ellas, un paralelismo; pero hay, de una a
otras palabras, un ligero matiz de diferenciación que es conveniente señalar
aquí.
Hablar de Ocultismo o
de Ciencias Ocultas no ofrece, al profano, demasiadas dificultades de
interpretación. Ambas palabras no pueden ser más explícitas por sí mismas, y
su razón de ser se halla en la gran represión que cayó sobre todo el mundo
de la magia en la Edad Media, obligando a sus practicantes a hundirse en la
oscuridad y el silencio para escapar del castigo. Desde entonces, los
fenómenos mágicos han pasado a ser fenómenos ocultos. Por otro lado, la
Magia necesita de un preciso y bien delimitado ritual de iniciación, de una
preparación cuyos orígenes se pierden en el principio de los tiempos. No es
sencillo realizar el verdadero acto mágico, y muchas veces el error puede
ser peligroso. Es por ello que es preciso mantener oculto el acto mágico,
cuidar que no caiga en manos inexpertas que puedan hacerlo peligroso,
mantenerlo vivo solamente a través de la llama de unos pocos detentadores,
los Iniciados.
Esta es la esencia de
la palabra Ocultismo. En realidad, podríamos afirmar que Magia y Ocultismo
son cuasi sinónimos, en el mismo orden que son cuasi sinónimos
el nombre latino y el nombre vulgar de cualquier especie animal o vegetal.
En nuestro caso, Ocultismo podría equipararse al "nombre latino" del
fenómeno mágico, mientras que Magia correspondería al nombre vulgar. Es por
ello precisamente, porque hemos preferido usar el nombre de Magia como
equivalente al conjunto de todas las llamadas "Ciencias Ocultas", por ser
más usual y conocido del público no especializado y por ser menos
"comprometido" que el de Ocultismo. Y que nos perdonen los exegetas en la
materia.

La influencia de los amuletos proviene de las más lejanas épocas de la
humanidad, y ni siquiera nuestras modernas sociedades actuales están exentas
de ellos.
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