LA IRIDIOLOGÍA
La iridiología es la ciencia que estudia al hombre a través del iris, una
forma holística de entender al ser humano que nos habla tanto de su camino
espiritual como de sus patrones genéticos. Nada en el iris está dispuesto
al azar; por el contrario, los ojos revelan una gran información sobre sus
propietarios a través de los colores, formas y patrones que contienen.
Para los iridiólogos, a través
del iris es posible observar de qué manera la persona se relaciona con el
mundo, cómo se expresa, cómo aprende y qué tipo de compañías le atraen.
Asimismo, el iris muestra la pauta de la transferencia genética de rasgos
físicos y comportamientos de generación en generación, con lo que es
posible comprender los rasgos y habilidades específicas que un niño ha
recibido de su padre y su madre.
Uno de los sistemas de estudio
del iris con mayor desarrollo en la actualidad es el llamado método Rayid,
creado en los años ochenta por el médico naturópata Denny Ray Jonson,
quien consideraba que los ojos poseen una habilidad innata para crear
patrones de respuesta en otras personas y se convierten, por tanto, en
utilísimas herramientas de autoconocimiento. Para Harry Wolf, presidente
de la asociación Internacional de Iriodiología y alumno destacado de
Rayid, “a través del iris humano se entiende la naturaleza de las
enfermedades y el proyecto genético, físico y psicológico de una persona,
su conexión con el Universo”. De ahí que, según Wolf, observando el iris
podamos ayudar al ser humano a ser artífice de su propia curación y saber,
además, cuál es el hemisferio cerebral que predomina en cada uno de
nosotros y cuáles son los rasgos más destacados de nuestra personalidad.
Pues bien, según esta formulación es posible reconocer cuatro tipo de
personalidades básicas dependientes de tres patrones básicos en el iris, y
que se describen metafóricamente como personas-flor, personas-joya,
personas-arroyo y personas-punta de lanza. A continuación proponemos el
sencillo y práctico ejercicio de identificar a qué modelo pertenece tu
iris y ampliar de esta forma el conocimiento de sus propios procesos
internos.
PERSONAS-JOYA: ANALÍTICAS Y
VERBALES
Las personas-joya se
identifican por las concentraciones de color en forma de manchitas o
puntos que aparecen en las fibras del iris y que varían del color dorado
claro al negro.
Presentes por lo general en
personas analíticas y verbales, suelen responder con frases como “Pienso
que...”, “He oído...”, y “Aaaahh”. Suelen ser individuos racionales que
recurren a pocos gestos físicos. Subconscientemente, aprenden mejor con
instrucciones descriptivas o visuales y poseen gran capacidad para el
análisis y la expresión verbal.
De todos los tipos humanos,
las personas-joya son las que cambian más lentamente. Han de analizar cada
una de las partes de cualquier cosa antes de aceptarla e incorporarla a su
estructura. El temperamento-joya es perceptivo e inquisitivo. Su
naturaleza intensa y unidireccional permite que su mente penetre en los
lugares más recónditos de la imaginación humana. A menudo, son filósofos,
críticos y planificadores. Su individualidad se ajusta bien a la
resolución de problemas y a la creatividad mental, y su gran habilidad
para la oratoria les dota con rasgos de persuasión e inspiración que
pueden hacer de ellos excelentes líderes. Pero, a veces, su autocontrol y
capacidad mental les da la apariencia de que son distantes o pretenciosos.
Cuando estas habilidades verbales y analíticas no son expresadas,
desarrollan sentimientos de intensa ansiedad y frustración.
PERSONAS-FLOR: VISUALES Y
EMOCIONALES
Las personas-flor se
caracterizan por tener aberturas curvadas o redondeadas en las fibras del
iris, destacando por ser gente emocional y espontánea que responde a la
vida con sentimientos y comunicación visual. Usan a menudo expresiones
como “Ya veo..”, “imagínate que...” y “Ooooh”. Son, por lo general,
individuos vistosos que gesticulan mucho y –subconscientemente- aprenden
más rápido cuando reciben instrucciones auditivas específicas.
La personalidad flor expresa
alegría y vitalidad. Se trata de gente ostentosa que usa su cuerpo como
escaparate de sus emociones. Son además los más sociables y espontáneos.
Sus rápidas descargas de energía impiden que el resto de las personas se
queden atrapadas en la monotonía de la vida diaria. Se mueven en cualquier
situación social con la mayor facilidad, contando chistes o historias a
cualquiera que les escuche. De hecho, les encanta estar en escena y tener
al mundo entero como audiencia.
Además de ser grandes amantes
de la música, estas personas están dotadas de otras formas de creatividad.
Románticos con las personas y las cosas, frecuentemente son los
animadores, inventores, escritores y artistas de nuestra cultura. Pero en
ocasiones se queman a sí mismos y necesitan períodos de descanso para
superar estados autoinducidos de agotamiento y depresión.
PERSONAS-ARROYO: INTUITIVAS Y
CONTROLADAS
Las personas-arroyo se caracterizan por poseer sutiles
fibras en el iris que parecen rayas o zonas de color. Suelen ser
sensitivas y, energéticamente, responden a los demás con gestos
delicadamente controlados. Así, escogen expresiones como “Me da la
impresión...” o “Tengo la sensación...”. Son, por tanto, sujetos
intuitivos que aprenden mejor cuando se les da la oportunidad de
experimentar sus lecciones.
La personalidad-arroyo combina
las cualidades de los tipo joya y flor. Posiblemente, lo que mejor les
describe es su sensibilidad física, mental e intuitiva. Receptivos ante
todo lo que pasa a su alrededor, el menor cambio o incidente es
inmediatamente sentido por ellos. Constantemente son “tocados” por todo
debido a su sensibilidad; son los radares andantes de la vida.
Esta sensibilidad acrecentada
y su reacción física tan sutil hacia la vida les mantiene en un estado de
continuo movimiento y callada inquietud. Debido a ello, raramente pueden
quedarse quietos en un sitio el tiempo suficiente como para disfrutar de
sí mismos. Y, sin embargo, quizá sean las personas más bellas. La
personalidad-arroyo revela una gran lección que tiene que ver con dar y
recibir: sus cuerpos se convierten en canales de vitalidad natural
mientras la energía de la vida late dentro y fuera de ellos. Esta
transferencia desinhibida de energía vital entre las personas crea
bienestar físico, mental y espiritual; por ello, suelen ser personas
físicamente atractivas.
PERSONAS-PUNTA DE LANZA: INTENSAS Y PARADÓJICAS
Se tratan de las personas que constituyen una mezcla de
personalidades-joya y personalidades-flor, siendo su patrón bastante fácil
de identificar en el iris por ser el resultado de una síntesis entre ambas
características. El comportamiento resultante de esta combinación difiere
notablemente de los demás patrones.
Veces, su naturaleza extremista les hace ser difíciles de enseñar o
controlar; sin embargo, una vez que su energía está equilibrada, pueden
llegar a producir cambios nuevos y duraderos en la sociedad.
Suele tratarse de personas de
mucho celo que suelen ser devotos a una causa u objetivo y conocen los
extremos del éxito y el fracaso personal. En cualquier momento pueden
alternar entre las palabras y los gestos usados por las personalidades
joya y flor, lo que les aporta mucho movimiento. Intensos en todo lo que
se plantean, aprenden mejor cuando usan la inducción y el contacto. Esta
característica les atrae hacia la influencia estabilizadora y la
sensibilidad kinestética del temperamento arroyo. Les encanta la vida al
aire libre, donde la conexión con lo eterno aumenta su propia recepción
intuitiva.
Las personas-punta de lanza
toman decisiones más rápidamente que las personas-joya y son más
constantes que las personas-flor. De hecho, son, quizá, los más
singulares, ya que la combinación de estos dos extremos opuestos les puede
impulsar hacia grandes alturas de originalidad y realización, o hundirles
en las profundidades del autoabuso y la autodestrucción. El patrón clásico
es la mezcla de los grandes éxitos y fracasos. Son las paradojas andantes
de la vida.
La combinación de sus opuestos
les permite, además, convertirse en los paladines de nuevas ideas y
conceptos. Devoción y lealtad son sus rasgos distintivos, poseyendo la
tenacidad de un bulldog para la lucha contra la adversidad. A menudo se
convierten en inventores, exploradores o motivadores. Su tarea es expandir
los límites que el hombre se impone a sí mismo y romper el escudo de los
valores tradicionales y las doctrinas clásicas. De ahí el sobrenombre de
“puntas de lanza”.
¿CUÁL ES TU HEMISFERIO
DOMINANTE?
Comparar las diferencias estructurales entre los iris
de los ojos izquierdo y derecho nos permite conocer qué hemisferio
predomina en nosotros. Así, el ojo dominante será siempre aquel que tenga
un color más oscuro y un mayor número de rasgos joya, flor o arroyo, o
bien el que posea una mayor concentración de los colores oro o naranja en
su margen superior. Si el iris del ojo derecho es el que aglutina estas
características, estaremos ante un individuo en el que predomina el
hemisferio derecho, esto es, con un gran potencial de imaginación y
creatividad, que prefiere dormir sobre el lado izquierdo y que, por lo
general, tiene mejores relaciones con su madre, siendo la familia materna
a la que se parece físicamente.
Por el contrario, si el ojo
predominante es el izquierdo, serán personas que se apoyarán en la pierna
izquierda, dormirán mejor sobre el lado derecho, su relación será más
fluida con el padre, mostrarán más parecido físico con la familia paterna
y aprenderán por instrucciones visuales.
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