EL HORROR DEL INTEGRISMO
Entrevista a Fadela Amara.
"Tengo 42 años. Nací en Clermont-Ferrand. Soy musulmana practicante:
sufrimos el integrismo violento que se aprovecha de nuestra religión
para implantar un totalitarismo fascista. Lucho por los derechos
humanos".
Le habían avisado: "No vuelvas por el barrio",
pero Sohane no se amedrentó y volvió. Los islamistas se enteraron que
llegaba, la esperaron, pegaron fuego a su taxi y la quemaron viva
dentro.
-¡Salvajes!
El asesinato de Sohane Benziane el 4 de octubre
del 2002 en el barrio árabe de la Banlieue parisina de Vitry-sr-Seine
conmocionó a Francia entera, pero para nosotras fue el aviso de que
teníamos que defendernos. Y empezamos a organizarnos.
-¿Cómo?
La Primera Marcha de Mujeres del Gueto contra la
Desigualdad tuvo lugar en abril del 2003 y fue un éxito.
-¿Cuantos manifestantes?
Éramos seis: cuatro chicas y dos chicos, pero ya
teníamos las ideas muy claras, y eso era lo importante: después ya nos
seguirían.
-¿Por que protestaban?
Por las pésimas condiciones de los barrios, cuya
falta de oportunidades es caldo de cultivo para el islamismo radical.
Por eso en la segunda ciudad ya fuimos diez; en Marsella fuimos mil, y
cuando llegamos a Paris el 10 de marzo ya éramos trescientos mil.
-Ya eran ustedes un movimiento social.
También comenzamos los Estados Generales de la
Mujer de los Barrios y nos constituimos en asamblea permanente en la
Sorbona para forjar un movimiento organizado, estructurado y permanente
con capacidad de influir en la realidad y modificarla.
-¡Como en la Revolución Francesa!
Porque nosotras proclamamos los valores
republicanos, ya sabe: igualdad, fraternidad y libertad contra la
discriminación del islam des caves. Hoy siguen siendo validos.
-¿El islam de las cuevas?
Me refiero al islamismo radical que ha
proliferado en las caves, zulos en los garajes donde se reúnen
secretamente como si fueran a las mezquitas de las catacumbas.
-¿Para que?
Desde allí intentan dominar los barrios: los
chicos que van por esas reuniones cambian radicalmente su actitud hacia
las mujeres y empiezan a controlar a sus hermanas, compañeras e hijas, y
a las mujeres del barrio.
-¿Cómo?
Las privan con violencia de su derecho a
vestirse, a maquillarse y a entrar y salir de sus casas y del barrio
cuando quieran.
-¿Por eso llevan velo?
Las chicas empiezan a llevar velo para que esas
pandillas de fascistas islámicos las dejen tranquilas. De este modo, el
velo vuelve a demostrar lo que es. Una prenda de opresión contra las
mujeres para recordarles su sumisión y su condición inferior.
-Dice usted fascistas
Los islamistas son meros fascistas totalitarios
tan peligrosos como el fascismo blanco de extrema derecha. Son un
desafío al Estado de derecho y amenaza a la democracia.
-¿Es usted musulmana practicante?
Lo soy. Y, como tal, padezco otro de los
perversos efectos del integrismo islámico: pretenden asimilarnos y a
veces logran que nos metan a todos en el mismo saco, ¡y no! La mayoría
de los musulmanes no somos fascistas, terroristas ni violentos como
ellos.
-Pero, de entrada, se podría pensar que el islam
penaliza la condición femenina.
El profeta Mahoma fue el primer feminista de la
historia. Todas las religiones deben ser analizadas en su contexto:
piense que Mahoma reivindicó a la mujer en su momento de tribalismo
patriarcal. Recuerde que el profeta predicó contra el asesinato de las
niñas que se practicaba en aquellas tribus y dio a las mujeres, hasta
entonces tratadas como animales, derechos y libertades.
-Hoy los países islámicos no destacan por su
defensa de la igualdad de la mujer.
Porque ese tribalismo patriarcal aun pervive en
muchos países como Afganistán o Arabia Saudí. Piense que los países
árabes no conocen la democracia y, como mucho, son autoritarismos mas o
menos camuflados de Marruecos a Asia. Nuestro combate es el mismo que el
de los demócratas musulmanes, y nuestros enemigos, también.