El 90% de los seres humanos no saben como alimentarse, a pesar de que
Hipócrates el padre de la medicina dijo hace más de 2.500 años “Que tu
alimento sea tu medicina y tu medicina sea tu alimento”.
En todos los estudios se ha encontrado una alta correlación entre el
elevado consumo de frutas y verduras y la baja incidencia de enfermedades.
Las frutas por su contenido de fibras ayudan a mantener un intestino limpio,
lo cual previene enfermedades como el cáncer de cólon.
No
hay nada más refrescante en días de calor que una fruta, ni nada más
nutritivo. Es la forma más deliciosa que la naturaleza nos da para obtener
las vitaminas y minerales necesarios para el buen funcionamiento del
organismo.
Existen tres grandes grupos de alimentos:
Los que nos proporcionan proteínas y nos ayudan a la formación de
tejidos, entre los cuales tenemos: leche y sus derivados como son el queso,
yogurt, huevos, soja, lentejas, garbanzos, fréjol, maní, coco, almendras,
avellanas.
El segundo grupo nos proporciona energía, son los famosos carbohidratos:
arroz, patatas, yuca, pastas, harinas, pan, grasas saturadas e insaturadas,
debiendo consumir las últimas.
El tercer grupo son las que nos proporcionan vitaminas, minerales,
enzimas y oligoelementos, dentro de los que están: las frutas y las verduras
en especial.
De lo anterior se comprende que si solamente consumimos alimentos del
primer y segundo grupo no se van a metabolizar bien por falta del tercer
grupo, es una ley que se llama “de los mínimos”.
Las más reputados investigadores han comprobado y recomiendan que debemos
consumir frutas y verduras por lo menos cinco veces al día. En ayunas, al
desayuno, a media mañana, almuerzo, merienda y cena.
Las frutas son grandes constructoras de la salud, tienen los elementos
químicos necesarios para restaurar los tejidos.
La buena salud empieza el día en que se empieza a comer frutas y tomar
jugos, son alimentos naturales.
Debemos reemplazar el tejido viejo por uno de nuevo y sano, al atender
las deficiencias químicas del cuerpo, éste sana por sí mismo.
La mente siempre es influida por la química de nuestro cuerpo, el consumo
de frutas permite una mente más alerta. Si le damos los mayores cuidados a
nuestro coche o a nuestra vivienda, porque no a nuestro cuerpo físico que es
un templo de sabiduría.
Las técnicas para desarrollar la terapia de las frutas pasa por comprar
las frutas de temporada.
Dar ejemplo a los hijos, si queremos que ellos consuman frutas y
verduras, nosotros también debemos hacerlo.
Al comer la fruta, darse cuenta y visualizar que es energía solar
concentrada, primero como flor, luego como fruta, recibiendo este factor de
vida, que va a mejorar nuestra salud en forma holística, física, mental,
emocional y espiritual.
Para iniciar esta terapia podríamos empezar todos los días en el desayuno
ingiriendo frutas.
Poner las frutas en el centro de la mesa para crear el hábito de
consumirlas varias veces al día.
El nombre de frutoterapia es para llamar la atención sobre algo muy
importante para la salud.
Consumir más fruta de la que socialmente hemos asumido como habitual en
estos tiempos.
Utilizar frutas frescas de temporada.
Variar la forma de ingerir frutas: jugos, extractos, dulce, tortas, fruta
pelada.
Cada fruta tiene sus propiedades terapéuticas y curativas así como sus
inconvenientes. A continuación te ofrecemos una guía básica de las
principales ventajas o desventajas de las frutas.
CÍTRICOS: Son ideales para bajar los niveles de colesterol y
triglicéridos, y nunca deben mezclarse entre si.
UVAS: Sirven para la hipertensión y la anemia.
PERAS: Ayudan a combatir las enfermedades de próstata y del aparato
reproductor.
MANZANAS: Depurativas. Ayudan a prevenir la obesidad, el infarto y la
arteriosclerosis.
PLÁTANOS: Buenos controladores del stress y la depresión.
MELONES: Limpian el organismo y favorecen el cuidado de la piel.
AGUACATES: Alto contenido en fósforo que favorece la actividad cerebral.
FRESAS: Muy útiles para la hipertensión, el estreñimiento, la diabetes y
el reumatismo. No favorecen para las alergias, hepatitis o úlceras
estomacales.
ALBARICOQUES: Muy ricos en potasio lo que les convierte en excelentes
regeneradores celulares.
ACEITUNAS: Ayudan en el tratamiento de la diabetes. Ricas en vitaminas A,
C y E y en proteínas y ácidos grasos.