LA
ERUDICIÓN
El
problema de la erudición, viene motivado por lo que él mismo suele
conllevar. A fin de cuentas, ¿que es una persona erudita? Es alguien que
sabe "un poco, de casi todo" o bien alguien, "que sabe mucho de un tema y
nada de los otros".
Al primer tipo, casi
nunca le interesa las ideas u opiniones de los demás, ¡para qué! el ya
conoce esos temas y cree dominarlos como el que más. Lo que pasa es que hay
otras personas que los conocen más en profundidad y le podrían ayudar a
ampliar sus conocimientos concretos sobre ese tema.
Al segundo tipo,
simplemente, no le interesa otro tema. Es un erudito en su tema, en su
especialidad, pero un verdadero analfabeto en cuanto lo sacan de él.
No hay verdades
absolutas, y eso hace que ninguna doctrina, NINGUNA, te haga encontrar la
verdad. Mucho peor es que encima te impongan dogmas de fe. Es ponerle una
venda a un ciego que quiere ver.
Sólo el
discernimiento y el conocimiento (buscando en todos los sitios y no sólo en
uno) te hacen llegar a encontrar tu verdad.
De la misma manera
que no se puede generalizar con las personas, unas enseñanzas generalistas
no sirven para la búsqueda de la verdad. Las personas que "solo" buscan la
verdad por el conocimiento de una sola parte, de una sola doctrina, suelen
ser fanáticos. Lo son, por haber "invertido" una parte importante de su vida
(o toda) y no haber logrado lo que se propusieron. Si tú, tratas de hacerles
"ver" que existe otra realidad, estarás haciendo, diciendo, que toda esa
vida no a servido de nada, que se equivocaron en su búsqueda. Nadie puede o
quiere darse cuenta de eso. Tú, con tu buena fe, les estarás
desestabilizando sus débiles cimientos - fundamentos y eso únicamente te
acarreará problemas.
Tus pecados, tus
faltas, tu imperfección, al ser buscados inconscientemente y conocidos,
adquieren para estas personas una dimensión digamos que extraordinaria.
Claro que siempre
existe la posibilidad de que nos encontremos con una persona que busque la
verdad, son sinceridad, y quiera ver. Aquí entra en juego el discernimiento.
Aforismos.
· No confundas, sería el más grave de los errores, la sabiduría con la
erudición.
· El saber no es la
erudición. El erudito poco sabe.
· El sabio es una
fuente de ideas propias. El erudito, un almacén de ideas ajenas.
· El erudito tiene su
memoria llena de datos de procedencia externa. El sabio tiene el cuerpo y el
alma impregnados de cognición imaginativa, de inspiraciones, de intuiciones
precedentes de su Yo interno, de su espíritu.
· El sabio, lee,
estudia, escucha, pero muchísimo menos. Sabe que el "oleaje mental" le
impedirá escuchar la voz de su espíritu, la voz de su interior.
· El erudito lee,
estudia, escucha. Hay mucho "ruido" en su alma. El sabio oye la "voz del
silencio".
· El sabio ama lo que
sabe, pues lo ha conquistado con esfuerzo. Y, por eso, lo vive.
· En el sabio no
existe divergencia entre su forma de pensar, de sentir y de actuar.
· El erudito, la
mayoría de veces, se mueve sobre un pensamiento frío, que no se traduce en
ninguna acción verdaderamente sentida.
· El sabio no
acumula. Dando a los demás posee cada vez más.
· El sabio sabe que
conocer es no conocer.
· El erudito cree que
conoce. Pero no conoce. He ahí el mal.
· La visión del sabio
no excluye el análisis, pero es esencialmente visión de síntesis.
· El erudito se
pierde en el análisis, hasta llegar a perder la visión de síntesis.
· El sabio une
análisis y síntesis en su mátesis.
· El sabio es,
aparentemente, blando y débil. La blandura y debilidad son atributos de la
vida. La firmeza y la dureza son atributos de la muerte.
· Sabe el sabio que
lo firme y lo grande ocupan el lugar inferior, lo blando y lo débil lo
superior.
· El erudito habla
mucho y calla poco, lo contrario que el sabio.
· Sabe el sabio que
la falta de quietud interior impiden la superación.
· Sabe el sabio que
Conocer y Amar son la misma cosa.
· Sabe el sabio que
es en medio de la corrupción como la verdad aparece con claridad.
· Todos los sabios
verdaderos profesan la misma enseñanza.
· El erudito habla
mucho y observa poco. El sabio calla y lo examina todo con el ojo espiritual
para descubrir al Único.
· El erudito pretende
instruir a aquellos que no saben nada. El hombre sabio se calla y espera a
que lo interroguen.
· Honrado o
despreciado el sabio no se altera.
· El erudito puede
ser dogmático. No encontraréis un solo sabio que lo sea.
· En las doctrinas de
los eruditos todo son escuelas y confusión.
· Sabe el sabio que
la vida es muy oscura cuando no hay impulso. Que todo impulso es muy ciego
cuando no hay conocimiento. Y todo conocimiento es inútil cuando no hay
trabajo.
· El sabio conoce que
todo está dentro de nada. Que nada está dentro de nada. Que todo está dentro
de todo.
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