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La duda escéptica.
La duda escéptica se puede explicar como el dudar que el camino espiritual
lleve a buen fin, que uno se encuentre en el camino adecuado o, también,
como tener dudas sobre la propia habilidad y sobre las propias aptitudes.
La confianza en uno mismo surge cuando se es consciente y se obra
adecuadamente. Entonces surge una sensación de seguridad en la que nace la
entera confianza en uno mismo. Ésta confianza sólo es posible cuando se es
plenamente consciente de la propia mente y de las emociones, cuando se ve
como uno se altera, enoja, preocupa, tiene miedo, envidia, codicia, etc.
Si estas cosas ocurren en nuestro interior y no somos conscientes de ellas
nos será imposible vivir en la auténtica seguridad y confianza en uno
mismo, en la sensación de profunda seguridad en la que no importa lo que
ocurra, pues vamos a ver lo que suceda y la acción será la adecuada.
La duda escéptica surge en la persona que es incapaz de amar. Para
dedicarnos a un camino, para consagrarnos a una actividad, tenemos que ser
capaces de entregarnos totalmente. Si no podemos amar por entero no
podemos entregarnos por entero. En lo que se refiere al camino espiritual
debemos entenderlo y amarlo, sólo entones podremos entregarnos a él
incondicionalmente. Si no nos entregamos a la vida espiritual con todo
nuestro ser nos sucederá como a quien está casado y pensando
constantemente que podría encontrar otro cónyuge mejor. Así no se puede
tener un buen matrimonio. Debemos consagrarnos totalmente, entender
completamente lo que es la espiritualidad y amarla desde lo más profundo
de nuestro corazón. Si lo hacemos así no hay espacio para la duda
escéptica.
La dedicación total quiere decir que nos entregamos con todo nuestro ser,
que somos conscientes, obramos adecuadamente y amamos de verdad. Las
personas que tienen muchas dudas escépticas siempre están revoloteando de
una cosa a otra, este es el pasatiempo favorito de los llamados
“buscadores espirituales” que no pueden comprometerse. Para ellos siempre
puede haber un camino mejor, una opción mejor. Y nunca valoran con
justicia lo que tienen delante de sí. Consagrarnos totalmente al camino
espiritual es una ocupación para toda la vida. No significa en absoluto
que no podamos mantener una familia o hacer muchas otras cosas, pero todo
ello debe hacerse con la sabiduría de quien vive espiritualmente. |
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