DESCUBRIR SI VIVE DIOS
Si reflexionas sobre este breve texto, si
permites que estas pocas palabras te vayan enriqueciendo con su profundo
significado, de la misma manera que el agua vivifica a un árbol, tu
esencia transmutará.
Lo que a continuación te voy a explicar te
podrá parecer a primera vista un tanto complejo, pero si te relajas y
equilibras, si sigues atentamente la lectura puede que te encuentres con
una profunda y, a la vez, sencilla revelación.
Para descubrir si Dios existe, si existe algo sagrado que se encuentre
más allá de las creaciones de nuestra mente ésta, la propia mente, ha de
estar en un absoluto silencio, en un estado de completa e intensa
percepción... mas en un completo silencio.
Debemos dejar de lado todas las ideas, conceptos y teorías y averiguar
por nosotros mismos si existe algo sagrado (pero no nos referimos a las
palabras o a los libros, porque las palabras y las letras nacen del
pensamiento y no son la cosa, la descripción no es lo descrito). Debemos
averiguar si hay algo real, no una imaginación, algo ilusorio,
fantasioso, no un mito, sino descubrir si existe una realidad que nunca
puede ser destruida, una verdad que es perdurable.
Para descubrir eso, para dar con eso, toda
clase de autoridad, especialmente la espiritual, debe ser totalmente
descartada, porque la autoridad supone conformismo, obediencia,
aceptación de ciertas ideas, creencias o pautas. Para descubrir nuestra
mente debe ser capaz de mantenerse sola, de ser su propia Luz.
Seguir a otro, pertenecer a un grupo,
practicar métodos de meditación u oración prescritos por alguna
autoridad, por la tradición, es totalmente irrelevante para el ser
humano que investiga la cuestión de si existe algo eterno, intemporal,
algo que el pensamiento no puede medir y que interviene en nuestra vida
diaria.
Si deseamos descubrir si existe esa realidad, esa verdad eterna, debemos
investigar la totalidad de la vida, y no alguno de sus fragmentos o
partes. Tenemos que investigar la totalidad de lo que pensamos, sentimos
y cómo nos comportamos. Como lo que nos interesa es la totalidad de la
vida, de ninguna manera podemos tomar sólo un fragmento, como es el
pensamiento, y mediante él resolver todos nuestros problemas.
El pensamiento se suele conceder autoridad
a sí mismo para dividir la vida y para juntar a todos sus fragmentos...
que han sido creados por el propio pensamiento. Estamos condicionados a
pensar en términos de dualidad y de progreso, y de consecución gradual.
La gente cree en la evolución psicológica pero, en realidad, ni su
propio "yo" existe (pues el "yo" es simplemente un pensamiento de su
mente) ni psicológicamente puede conseguir algo que no sea la proyección
de propio pensamiento.
Para averiguar si existe algo que no sea
proyectado por el pensamiento, que no sea una ilusión, un mito, debemos
preguntarnos si el pensamiento puede ser controlado, mantenido en
suspenso, suprimido, de manera que la mente esté completamente quieta,
en silencio, y pueda percibir.
Control implica que existen el controlador
y lo controlado pero, ¿quién es el controlador? El controlador es
también creado por el pensamiento, que ha asumido la autoridad del
controlador. Si ves esto, si te das cuenta, entonces verá que el
controlador es lo controlado, el experimentador es lo experimentado, el
pensador es... el pensamiento. No son entes separados, la vida es Una.
Si reflexionas un poco y comprendes esto aprenderás que, entonces, no
hay ninguna necesidad de controlar.
Vamos a ver que sucede si no hay ningún
controlador, porque el controlador es lo controlado. Cuando hay división
entre el controlador y lo controlado hay conflicto y desperdicio de
energía. Cuando no hay control, cuando no hay controlador ni lo
controlado no hay conflicto ni desgaste de energía.
Entonces tiene lugar la acumulación de toda
esa energía que había sido disipada en la represión, en la resistencia
producida por la división entre el controlador y lo controlado. Cuando
no hay división alguna, cuando hay unidad, tú tienes toda esa energía
para ir más allá de aquello que creías que debía ser controlado.
Si ves la verdad de todo esto, entonces
posees toda la energía que no ha sido disipada mediante la comparación,
el control y la represión. Con esta energía que proporciona la
consciencia que ve la verdad podrás ir más allá de las apariencias en
las que vives y conocer si existe algo más, comprobarás si puedes vivir
esta vida desde otra dimensión superior y si existe ese ser que llaman
Dios.