Es necesario el consumo diario
de una gran ensalada de vegetales frescos no feculentos, con preferencia
justo antes de la comida principal a base de proteínas o hidratos de
carbono. Además de proporcionar enzimas activas y masa fibrosa, las
ensaladas de vegetales crudos son una excelente fuente de vitaminas,
minerales, aminoácidos y otros nutrientes esenciales en su forma más
asimilable.
Es muy importante consumir las
ensaladas inmediatamente después de trocear sus ingredientes. Los vegetales
crudos cortados y desmenuzados que se dejan reposar varias horas antes de su
consumo pierden rápidamente muchos de sus valiosas enzimas y demás
nutrientes a causa de la oxidación.
Presta atención al tipo de
aliño que usas en tus ensaladas, sobre todo cuando vayaa a combinarlas con
un plato a base de proteínas. Un exceso de aceite o vinagre, por ejemplo,
perjudica la digestión estomacal de las proteínas.
Las ensaladas crudas son
especialmente beneficiosas para los niños en edad de crecer, pues
proporcionan un abundante suministro de elementos nutritivos vitales para
los huesos y tejidos en crecimiento y limpian los jóvenes intestinos de los
desechos tóxicos creados por el consumo de dulces y otros “alimentos
basura”.
Aunque pueda parecerte
extraño, los vegetales crudos constituyen una fuente de calcio orgánico para
los huesos en crecimiento mucho mejor que la leche de vaca pasteurizada y
desnaturalizada que tantos médicos y padres hacen beber a los niños para
este fin.
La leche contiene una gran
abundancia de calcio, sin duda, pero la pasteurización lo vuelve
prácticamente inaccesible para el cuerpo. Si tus hijos presentan problemas
de acné, granos y otras erupciones cutáneas, y están crónicamente
estreñidos, prueba a eliminar completamente la leche pasteurizada durante
algunos meses y sustitúyela por zumos frescos de vegetales crudos, sobre
todo jugo de zanahoria, y juzga tú mismo los resultados. La leche al natural
es igualmente buena para eliminar los problemas de la piel, pero hoy en día
resulta casi imposible de encontrar. Además, al proporcionarles una
verdadera nutrición que realmente llega al torrente sanguíneo y alimenta los
tejidos, los vegetales crudos y sus zumos contrarrestan eficazmente la tan
difundida afición a las golosinas que afecta a los niños cuyas comidas a
base de alimentos elaborados y desnaturalizados fermentan y se descomponen
en lugar de ser ingeridas y metabolizadas. La afición crónica y desmedida
hacia los dulces es síntoma claro de una deficiencia nutricional.
