LA CLAVE DE LA FELICIDAD. REFLEXIONES
Muy pocos seres humanos entienden la naturaleza y las funciones de la
mente. Pero es necesario que la comprendamos, porque tanto el
sufrimiento
como la felicidad surgen desde la de la mente. Si queremos resolver
nuestros
problemas y disfrutar de un verdadero bienestar tenemos que saber cómo
funciona la mente.
Necesitamos verla con la libertad de quien no juzga ni emite juicios,
verla y
comprenderla para que la tremenda fuerza que trae la comprensión disipe
las
causas del sufrimiento. Ésta es la única manera de mejorar la calidad de
nuestras vidas ahora y en el futuro.
En los últimos años, el conocimiento y control del mundo externo han
aumentado considerablemente, y como resultado hemos presenciado un
notable progreso material. Sin embargo, la felicidad del ser humano no
se ha
incrementado del mismo modo.
Hoy día no hay menos sufrimientos ni menos infortunios en el mundo,
incluso se podría decir que ahora experimentamos más problemas e
infelicidad que nunca. Esto indica que la causa de la felicidad y la
solución a
nuestros problemas no se encuentran en el conocimiento y control del
mundo
externo.
La felicidad y el sufrimiento son estados mentales y, por lo tanto, sus
causas
principales no existen fuera de nuestra mente. Si queremos ser
verdaderamente felices y liberarnos del sufrimiento, debemos mejorar
nuestra
comprensión de la mente.
Cuando las cosas no marchan bien y nos encontramos en dificultades,
solemos pensar que la situación en sí misma es la causa del problema,
pero
en realidad todas las contrariedades que experimentamos provienen de la
mente.
Si en nuestro interior se encontrara la firme actitud de ver y de
comprender lo
que sucede, sin desvirtuar la realidad con el la necesidad de actuar
según
algún dogma o creencia, lo que nos ocurre no nos causaría problemas,
sino
que las consideraríamos como oportunidades y retos para progresar en
nuestro desarrollo personal.
Los problemas sólo aparecen cuando vivimos de forma inconsciente e
ignorante y no sabemos obrar de manera apropiada ante las dificultades.
Por
consiguiente, si queremos solucionar nuestros problemas, debemos
aprender
a comprender lo que sucede en nuestra mente, a ser conscientes y a obrar
adecuadamente. He aquí la clave de la felicidad.
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