El propósito último de hacer
circular la energía por la Órbita Microcósmica es el de sublimar la energía
sexual de la región lumbar para transmutarla en vitalidad espiritual en la
cabeza, y luego enviar esta vitalidad realzada hacia abajo, hacia el centro
de energía situado bajo el ombligo, para almacenarla como vitalidad pura. La
energía sexual es, con mucho, la forma más potente y generalizada de energía
en el organismo humano, tanto en el hombre como en la mujer.
La potencia sexual es
absolutamente indispensable para el desarrollo espiritual, pues es la que
proporciona la llave para todos los adelantos en el sendero espiritual. Una
persona sexualmente débil o impotente no tiene ninguna esperanza de alcanzar
los niveles superiores del desarrollo espiritual, porque sencillamente
carece de la energía necesaria. El hombre o la mujer en estas condiciones
debe, antes que nada, restaurar plenamente su vitalidad sexual
mediante un programa de desintoxicación, nutrición correcta, respiración y
ejercicios, además de realizar relaciones sexuales bien reguladas. Sólo
entonces podrá utilizar esta renovada potencia sexual como inagotable fuente
de energía para impulsar el espíritu hacia reinos de experiencia cada vez
más elevados, con las alas de la pura vitalidad.
Muchos de los adeptos que
realizan las prácticas de la Órbita Microcósmica y otras técnicas avanzadas
suelen optar, por muchos motivos, por una dieta vegetariana.

Subir la energía hasta la
coronilla.

Bajar la energía hasta la zona
del ombligo.