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El fulgor
La Energía Primaria
La Energía Primaria o Energía de Vida es , obviamente, la iniciadora de todo
lo existente, y al dimanar directamente de la Divinidad o de su
intermediario, el Logos, ni precisa ni tiene más explicación.
El Fuego Serpentino o Kundalini
El fuego Serpentino o Kundalini es una variante de la manifestación en el
plano físico de la Primera oleada de vida dimanante del Tercer aspecto del
Logos, y parece que en modo alguno la afecta ninguna otra modalidad de
energía física.
En determinado momento, la energía del Tercer aspecto del Logos penetró en
el centro de la Tierra, y todavía sigue allí, en lo que podríamos denominar
"Laboratorio del Tercer aspecto del Logos", elaborando gradualmente nuevos
elementos químicos de creciente complejidad de formas y cada vez más intensa
vida o actividad interna, que van siendo impelidos hacia la superficie de la
Tierra.
Es interesante comentar que, al parecer, el hidrógeno, el oxígeno y el
nitrógeno, que constituyen aproximadamente la mitad de la corteza terrestre
y casi toda la atmósfera, se hallan en otro sistema solar mayor que el
nuestro. Los demás elementos se hallan, según parece, solamente en nuestro
sistema.
En el "laboratorio" mencionado parece existir lo que podría ser descrito
como un globo igneo de tremenda energía que es el origen de la que contiene
el Kundalini o Fuego Serpentino. Éste no es, como pudiera parecer, una
porción de la energía Primaria del Tercer aspecto del Logos con la cual se
elaboran los elementos químicos, sino que se trata de una posterior
modalidad, transformación o recreación de dicha energía que se produce como
consecuencia de asociarse con otra que reside en el núcleo vital de los
cuerpos radiactivos como el radio.
Es decir que la energía Kundalini forma parte de la Primera oleada de vida o
emanación de vida, pero se incorpora a la misma después de llegar ésta a su
más bajo punto de involución en el plano físico, donde se halla creando
elementos químicos.
La explicación es la siguiente: la actuación de la Primera oleada en el
mencionado bajo punto de involución, provoca la activación de una nueva y
diferente energía, la cual reside, como se ha dicho, en el núcleo vital de
los cuerpos radiactivos. Esta nueva y diferente energía (a la que estamos
llamando Fuego Serpentino o Kundalini), dejando a la Primera oleada de vida
dedicada a su trabajo habitual en el "laboratorio", emprende el camino de
regreso hacia las alturas de la cual proviene originalmente (el Tercer
aspecto de Logos), pero provista ahora de una fuerza recién adquirida que es
verdaderamente insólita y que puede afectar grandemente y de diversos modos
al vehículo físico o cuerpo del ser humano tras penetrar en éste por el
chakra fundamental.
La Segunda oleada o emanación de vida, procedente del Segundo aspecto del
Logos, desciende por su parte a la materia a través de los tres reinos
elementales (animal, vegetal, y mineral) hasta llegar al fondo del reino
mineral, desde donde ahora asciende pasando de nuevo por los reinos vegetal
y animal hasta el reino humano; aquí confluye con la Tercera oleada o
emanación de vida dimanante del Primer aspecto del Logos, que ha descendido
hasta ese punto de encuentro.
Volviendo a la Primera oleada de vida, es evidente que ha recibido por una
parte y directamente la energía Primaria procedente del Logos, y, por otra
parte y como si dijéramos de rebote, ha recibido la energía Kundalini
procedente del centro de la Tierra, donde ha sido activada por la Primaria,
que al igual que empapa toda materia de la superficie de la Tierra empapa
ésta misma en su totalidad.
Así pues, ambas energías (Primaria y Kundalini) tienen su origen en la
fuerza creativa del Logos, pero la Primaria actúa directamente, y la
Kundalini actúa tras ser activada por la Primaria en el centro de la Tierra
y ascender acto seguido hacia la superficie.
Al llegar aquí, digamos que se esparcirá incontestablemente, instalándose en
todos los seres humanos, en cuyos cuerpos penetra, como se ha dicho, por el
chakra fundamental.
Actuando juntas, las dos energías contribuyen grandemente a nuestra
evolución, siempre y cuando se hallen equilibradas. Si es así, condicionan
al ser humano para que, confluyendo en el punto o estado existencial donde
ya han confluido la Segunda y Tercera oleadas de vida, asuma la energía de
éstas. Esta suma, o mejor dicho, alianza de fuerzas, propician la creación
del Ego, o sea, del hombre completo u hombre despierto, dotado ya con
diversos vehículos (físico, astral, mental...) en los cuales y con los
cuales dicho Ego o Ser va a seguir actuando, es decir evolucionando en los
planos correspondientes a cada uno de sus vehículos.
Pero podría suceder que las energías no estuviesen equilibradas, que hubiera
un predominio excesivo de una de ellas. En este caso, se podrían producir
grandes trastornos que se convertirían en peligros diversos para el ser
humano que se viera descompensado en este sentido.
Por ello, respecto a la energía Kundalini, que es la que puede ser digamos
manipulada voluntariamente y por tanto representa el mayor peligro, se debe
tener un especialísimo cuidado.
La Vitalidad
Queda ahora por explicar la tercera de la energías que influyen de un modo
directo en la activación y funcionamiento de los chakras: la Vitalidad.
Esta, sencillamente, proviene del sol, que la infunde en todos los planos y
se manifiesta consecuentemente en ellos, tal y como determinen las
características de cada uno.
En el plano físico, y concretamente en el ser humano, es bien sabido la
grata sensación que en condiciones normales proporciona el sol, tanto su
calor, como su luz, y, ciertamente, por otros efectos que no suelen pasar
desapercibidos. Sin entrar en detalles que no vienen al caso, vamos a
considerar sencillamente la vitalidad en el plano físico, donde penetra en
algunos átomos cuya actividad y fuerza acrecienta inmensamente y los anima e
infulge.
No hay que confundir la Vitalidad con la Energía de Vida, sino recordar
siempre que son dos fuerzas diferentes.

Acuarela tántrica del siglo XIX muestra los centros espirituales (chakras)
que, para los practicantes del LAYA YOGA, representan un vínculo entre el
cuerpo físico y el alma o cuerpo astral.
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