ACTIVACIÓN Y DESARROLLO DE LOS CHAKRAS
Los
chakras son puntos de conexión por los cuales fluye la energía de uno a otro
vehículo del ser humano.
Quienes ya estén desarrollados en este sentido, podrán ver fácilmente los
chakras sobre la superficie del doble etéreo, en forma de depresiones
semejantes a pequeños platos con un vórtice o punto central de acción
alrededor del cual giran como torbellinos semejantes a diminutos soles de
colores. Su tamaño es de unos cinco centímetros de diámetro y en el hombre
ordinario tienen un brillo escaso y muy apagado, pero que puede avivarse
debido a excitaciones o intensas emociones, alcanzando diferentes niveles de
luz, que puede llegar a ser deslumbrante.
En el
dibujo podemos ver los siete chakras, cada uno de ellos con sus radios, que
determinan el número de sectores o pétalos de cada uno, y la posición que
ocupan sobre el cuerpo humano. Se ha de hacer observar que los chakras no
estan ubicados en los órganos físicos, sino que en realidad se hallan fuera
del cuerpo humano, en la superficie del doble etéreo, como ya se ha dicho
anteriormente.
Esos
diminutos soles de colores giran como ruedas (chakras) de modo incesante, y
por el vórtice de cada una de ellas fluye incesantemente la energía del
mundo superior, la manifestación de la corriente vital dimanante del Segundo
Aspecto del Logos Solar, a la que también se llama energía Primaria. Todas
las modalidades de esta Energía Primaria, también llamada Energía de Vida,
actúan en todos y cada uno de los chakras, si bien cada una de esas
modalidades tiene predominio en diferentes chakras.
Sin
esta recepción de energía por medio de los chakras, simplemente no existiría
el cuerpo denso o físico, de donde se desprende que los chakras actúan en
todos los seres humanos, si bien de modo diferente en cada uno, según sea su
grado de desarrollo.
En
cualquier caso, hay que tener en cuenta que los chakras difieren no sólo en
brillo, sino también en tamaño según la persona. Incluso, en la misma
persona, un chakra puede ser más vigoroso que otro.
Los grupos de los Chakras.
Los
chakras se dividen naturalmente en grupos, tres grupos: inferior, medio y
superior, que pueden denominarse, respectivamente, fisiológico, personal y
espiritual.
Los
chakras primero y segundo tienen pocas fuerzas y su función consiste en
transferir al cuerpo dos fuerzas procedentes del plano físico; una de ellas
es el fuego serpentino o Kundalini, y la otra la vitalidad que nos
proporciona el sol.
Los
chakras tercero, cuarto y quinto están relacionados con las fuerzas que por
medio de la personalidad recibe el Ego; el tercero las transfiere a través
de la parte inferior del cuerpo astral; el cuarto por medio de la parte
superior de este mismo cuerpo; y el quinto por el cuerpo mental.
Todos
estos chakras alimentan determinados ganglios nerviosos del cuerpo físico.
Los
chakras sexto y séptimo, independientes de los demás están respectivamente
relacionados con el cuerpo pituitario y la glándula pineal, y solamente se
ponen en acción cuando la persona alcanza cierto grado de desarrollo
espiritual.
