LA PRÁCTICA DE LA COMPASIÓN
Primer paso:
Identificar los pensamientos no compasivos
Segundo paso: Formular pensamientos Compasivos
Tercer paso:
Sustituir los pensamientos no compasivos por pensamientos compasivos
Cuarto paso:
Obrar compasivamente
Quinto paso: Sonría (si puede) |
Antes
de empezar sería interesante aclarar que debemos distinguir entre el
sentimiento de compasión y la práctica de la Compasión. El
sentimiento de la compasión es sinónimo del sentimiento de simpatía. Lo que
recomiendo, más bien, es la práctica continuada y deliberada de la
Compasión.
No es posible forzarse a uno mismo a sentir lo que no siente. Es posible, no
obstante, cambiar ciertos hábitos de pensamiento. Cuando cambian nuestros
hábitos de pensamiento, también cambian nuestros sentimientos, sin esfuerzo,
y lo mismo sucede con nuestra conducta. Dedicaré este escrito al modo de
cambiar los hábitos de pensamiento para que sean más compasivos.
El cambio de los hábitos de pensamiento es un proceso de cuatro pasos. El
primer paso es identificar los pensamientos habituales que deben cambiarse.
El segundo paso es formular pensamientos nuevos para que ocupen el lugar de
los anteriores. El tercer paso es sustituir de manera continuada los
pensamientos antiguos y no deseados por los nuevos y deseados mientras
seguimos viviendo nuestra vida normalmente. El paso cuarto es hacer el
esfuerzo de comportarse de modos que concuerden con los pensamientos nuevos.
(El pensamiento cambia la conducta, pero la conducta puede cambiar también
el pensamiento.) Añado un quinto paso para la práctica de la Compasión:
represente la Compasión con una sonrisa, cuando pueda hacerlo con sinceridad
y sintiéndose a gusto.
Quizás al cabo de un día, quizás al cabo de diez años, los pensamientos
nuevos, compasivos, empezarán a hacerse habituales y los pensamientos
antiguos, no compasivos, se volverán menos frecuentes. El tiempo que tarde
usted dependerá en parte de su carácter, en parte de sus circunstancias y en
parte de lo mucho o poco que desee ser compasivo. Dado que el deseo de Más
es instintivo e implacable, el proceso debe ser renovado continuamente.
Considere que tendrá que trabajar en ello durante el resto de su vida.

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